martes, 13 de septiembre de 2016

Esta mañana

Me despierto a eso de las 8. Cojo el móvil, quiero ver si tengo su contestación en el correo y la tengo.

Leo de lado en la cama y conforme lo hago, me voy llevando varias sorpresas con sus palabras.

Joder, no es justo… él tiene experiencia. Cuenta con ventaja.

Me voy imaginando lo que me cuenta.

Es curioso como las palabras transmiten, según su escritura, más fuerza o menos. Y cómo el cerebro actúa ante ellas.

Cuando me di cuenta tenía las piernas abiertas, debajo de las sábanas. Y estaba releyendo el correo algunas veces más.

Suspiré e imaginé qué pasaba.

Dejé el móvil, me levanté el vestido y metí mano bajo las bragas.

Exacto, estaba húmeda. Pero bastante húmeda.

Me había puesto cachonda.

Así que tuve que atenderme. Y diré que tuve un gran orgasmo. De esos intensos que no se consiguen todos los días.

4 comentarios:

  1. Las palabras bien dichas tienen mucho poder llegan a tocarte literalmente y provocar reacciones en el cuerpo. Ese orgasmo tuvo un destinatario que de seguro sonríe complácido al leerte.

    Besos allí donde te gustan.

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    1. Vaya que si tienen poder... Más cuando quien las usa sabe lo que se hace.

      Gracias

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  2. Pues mira si, unas palabras bien escritas dan mucho juego, tanto que hasta uno se pajea imaginando ...lo que vendrá bss cariño salgo de finde -:)

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    1. Yo también estuve todo el finde sin abrir el ordenador..¡hay que aprovechar el tiempo!

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