viernes, 21 de octubre de 2016

Mi Obsesión III

Junio de 2013
Ahora mismo solo me apetece provocar.  Tengo ganas de ser traviesa, me apetece buscarte y que te piques. Quiero que me sigas el rollo y que poco a poco vayamos cayendo a los besos robados, los mordisquitos y las caricias.  Me apetece mostrarte abiertamente de qué voy hoy.  

No te tengo aquí, ni a ti tampoco, pero busco en wasab y te hablo, y tan solo un par de palabras que malinterpreto ya es suficiente para agitar mi respiración imaginándome a dónde podría llevarnos a parar… 

Pronto no podré controlarme, así que, ya que no tengo a quién…lo haré conmigo misma. Pero que sepas que vas a estar en mi fantasía. La de ahora mismo, poco después de las 10 noche. Te pensaré a pocos milímetros de mi cuerpo, mirándonos con deseo. Te pensaré acercándome a tu cuello, para notar tu respiración fuerte y notar todas  las reacciones de tu cuerpo… 

Me encantaría mordértelo y luego mirarte a los ojos. Seguro que enarcarías una ceja y me dirías algo como “te morías de ganas, ¿enh?” Y yo, con sonrisa pícara negaría con la cabeza, a modo de juego. Seguro que te morderías el labio inferior, porque sabes lo orgullosa que puedo llegar a ser, aún tonteando. Aún cuando ambos sabemos que estoy mintiendo. Sé que eso te hace perder los papeles y sé que sabrás que hoy, HOY lo estoy buscando. Ya lo dije al principio…hoy tengo ganas de provocar…de provocarte.  


Pienso deleitarme mientras imagino cuál sería tu reacción si estuvieras aquí…Siento no seguir describiéndotelo, pero…mis manos no soportan más estar sobre las teclas del portátil…

domingo, 9 de octubre de 2016

Mi Obsesión II

Septiembre 2012

De cachondeo con tus amigos, un local heavy, él aparece por allí. Tú le deseas pero te haces la loca y sigues “tan normal”. Él busca provocarte, “ganar el juego”. De cervecitas, todos hablando con todos (los conozcas de antes o no) de que si la gravedad depende de la masa, que si otro dice que no, de manifas, de que si el hermano del amigo de no se quién…risas, buen rollo y de repente…te cruzas con su mirada y la mantenéis. Sonríes picarona, él sigue con cara de poker. Te llaman la atención y sigues hablando normal, controlando la situación. Que no se de cuenta que tu entrepierna siente un leve hormigueo, que entre comentarios y risas de tus amigos, tu imaginación le desnuda poco a poco. Recobras la cordura y dejas todo eso de lado. Inocentemente te levantas a por una cerveza. Hay mucha gente en la barra y la camarera se entretiene con otro cliente. A punto de volver fuera y pasar de la birra sientes unas manos grandes deslizarse de tus caderas a tu cintura. Justo detrás de ti está él. Notas su cuerpo, sus manos. 


-¿Me echas una mano?-dices como si nada. Pero él sabe que le deseas, sabe que estás intentando controlar tus emociones, sabe que pretendes aparentar normalidad pero que por dentro eres un manojo de nervios. Lo sabe todo.

-¿Dónde quieres mis manos, nena?-dice mientras te abraza desde atrás, acercando su boca a tu oreja. Se te eriza la piel y no puedes moverte. 

Justo cuando menos quieres abrir la boca, la camarera te atiende: 

-¡U-una cerveza, por favor! –Pretendes decirlo decidida, pero se te resquebraja la voz. Oyes su risita burlona pero no te dice nada. 

Te aprieta contra él un segundo, te da un beso en el cuello y, cogiendo tu cerveza, se va para fuera. Le sigues, pero para cuando tú sales…ves como bebe un buche, la deja en la mesa y va hacia ti. 

Te coge de la mano y te lleva a un sitio a parte. Sabes que no te conviene, que deberías alejarte, pero no lo haces. 

Te zafas de su mano y vas de vuelta a las mesas, pero…



Estás cara a la pared, apoyando tus manos en ella para no apoyar la cara directamente. Ahora sí que está completamente pegado a ti, sujetándote. Tus piernas entre las suyas.

Sus labios se dirigen a uno de tus hombros y roza tu piel lentamente subiendo por tu cuello hasta tu oreja y susurra: 

-Deja de fingir…voy a arrancarte tus gemidos con mi lengua y lo sabes. 

Te abruma su sabiduría, su saber llevar las situaciones, que te lleve a hacer lo que él quiere. Intentas controlar tu respiración pero una de sus manos aprisiona uno de tus pechos. Jadeas. 

-¿Primero con mi lengua y mis dedos…luego con mi polla? ¿Qué quieres? Pídemelo. 

Se queda cerca de tu cuello, sientes su cálido aliento, la compostura que mantiene, el calor que desprende su cuerpo y…toda su dureza al final de tu espalda. 

Le miras y él lo hace decidido, seguro de sí mismo. No vas a admitirlo, pero eso te excita más.

Te besa lentamente el lóbulo de la oreja y lo mordisquea. Entre medio, con la voz más sensual que te puedan soltar oyes:

-Me pones.


Y vuelves a caer de nuevo. 

domingo, 2 de octubre de 2016

Dedicaciones I

Quería dedicar una entrada a Mistress Roxy, ya que es una mujer que me causa una absoluta fascinación.

No voy a mentir. En principio, alguna vez que me hubieran hablado de Dóminas me imponía bastante miedo. Porque las mujeres con otras mujeres suelen ser bastante crueles. ¡Imagínate una Dómina!

He de decir que todo estaba en mi imaginación. Y fruto del relato de un supuesto amigo que fue sumiso de una Dómina y sus amigas.

Y luego di con el blog de esta pedazo de mujer.

Me impacta a la vez que me encanta su forma de ser. Desde luego me dan ganas de saber quién es, cómo es su vida  sabiendo que en su intimidad sexual es de una manera que asustaría a todos: hombres y mujeres.

Es imponente.

Yo tengo más tendencia al lado sumiso, no me veo capaz de ponerme a mandarle a ningún hombre. Una vez me lo propusieron en un estúpido rol sexual. Y no sabía. No se me venía absolutamente nada a la cabeza.

Sin embargo, me gusta saber que existe una mujer con ese carácter.

Mi lado feminista aparece y me río de saber que hay una mujer que pone a sus pies a los hombres y que ellos hacen lo que ella quiere y punto.

 Me agrada la idea de cambiar la “cultura” de que el hombre manda.

Sí, es verdad que me pone más ver al hombre explayando todas sus virtudes varoniles. Pero saber del lado opuesto me resulta divertido maléficamente.

Leer su blog hace que abra más mi mente, que me plantee si sería capaz o no de seguir directrices de una mujer. A ver, me gustan los hombres. Muchísimo. Pero por vivir la experiencia, no sé si me dejaría en sus manos alguna vez. Y el hecho de que tan solo haga que me lo plantee, cuando tenía claro que eso no me iba, ya hace que merezca la pena.

Hace que me replantee circunstancias o simplemente cultura sobre temas que ignoraba.

Es, cuanto menos, interesante y sensual.

Además me gusta cuando la lectura me provoca enfado, contradicciones, curiosidad, asombro, me hace pensar… Porque significa que está removiendo algo dentro de mí. Y eso no pasa con cualquiera.

Leí hace poco una entrada que me sorprendió muchísimo.


Habla del adulterio consentido como Dömina, su explicación, las partes que lo componen, sus nombres específicos… ¡¡¡No tenía ni idea de que existiesen tales cosas!!!! Que tienen denominaciones concretas este tipo de “prácticas”. Así como otros conceptos que tampoco había leído antes, como la sissificación.

Me hace gracia cuando leo algo así y digo, ¿esto qué es? Y abro otra pestaña del explorador.

La verdad, no me entusiasma. Pero es chocante y curioso para mí. Pienso en lo humillado que debe sentirse el hombre. Pero claro, eso es lo que se busca. Cuando pienso en cómo humillar a un hombre sumiso creo que no hay tanta variación de posibilidades como lo habría si fuera una mujer sumisa. Aunque seguramente sea porque no soy capaz de ponerme en esa situación.

Igualmente el arrebato de la virilidad del hombre, tiene que ser lo que más daño le haga. 

Total, que me voy por las ramas. Me gustó saber que existe una mujer que le pone los cuernos a su marido y le obliga a verlo. ¡Madre mía! ¡Qué tía! Jajaja. Nunca lo había pensado. Y más me gustó “el único ritual” que sigue después de estas vivencias. Sólo de imaginármelo me hace reírme de incredulidad y pienso… ¡Qué puta Ama! Nunca mejor dicho. Jajajajjaa.

Es como… ‘¡¡mira, me está follando otro!! Y lo estoy disfrutando como nunca.’ Bufff no sé, tela. Me pregunto qué pensara en esos momentos el marido, cuáles serán sus reacciones.

Me encantaría verla en ese momento. Por curiosidad, para saber cómo me afectaría la escena. Si me excitaría o no… Aunque creo que sí. Sólo por el morbo, mi curiosidad, lo novedoso que me resultaría.

Comentan varias formas de llevar estas prácticas y me gusta cómo lo plantea ella. Teniendo en cuenta que sé bastante poco sobre el tema.

Por lo que he ido leyendo de su blog hasta ahora, siempre he pensado cuán diferente es con respecto a blogs de Dominantes que he leído. Ella en mi cabeza era más de: “Tú haces lo que yo diga para satisfacerme y punto.”

Directa, femenina, firme.

Ole tú.

Y justo hace 3 o 4 días ha publicado una entrada hablando de ello:


Me hizo gracia su opinión. Con sus matices diferenciadores que la caracterizan. Añadiendo puntos de reflexión sobre los que parar. Como que el poder de seducción no se puede consensuar entre las partes.

Sé que este texto no le va a hacer gracia a más de uno y lo siento. Cada uno tiene su opinión y vive según su punto de vista.

Me hace gracia que se meta con un grupo al que llama ‘Amos del Consenso’, aunque yo sin duda prefiero ser sumisa de este tipo de Dominantes, que me transmiten cierta seguridad.

Eso no quita que al leerlo me parezca curioso y divertido a la vez.

Me hace darme cuenta que la Dominación entre hombres y mujeres es brutalmente distinta. Y me fascina.

También es cierto que aunque en las relaciones BDSM cuyo Dominante es un hombre, tenga reglas y restricciones, en muchos Dominantes que he leído, llevan a la sumisa al límite. Para intentar que algo que no querían hacer, se convierta en algo que soportan. Y eso no me hace ni puta gracia. Si yo digo que hay algo que no me gusta por la razón que sea, respétalo.

Porque aquí juegan con los sentimientos y la seducción también. Y entonces los límites de la parte sumisa solo se convierten en un reto que cruzar. Ignoro si son todos así o alguno sí respeta de verdad estas cuestiones.


En fin, que muchas gracias por tener un blog así. Es un placer haber dado con él, Mistress Roxy.