Quería dedicar una entrada a
Mistress Roxy, ya que es una mujer que me causa una absoluta fascinación.
No voy a mentir. En principio,
alguna vez que me hubieran hablado de Dóminas me imponía bastante miedo. Porque
las mujeres con otras mujeres suelen ser bastante crueles. ¡Imagínate una
Dómina!
He de decir que todo estaba en mi
imaginación. Y fruto del relato de un supuesto amigo que fue sumiso de una
Dómina y sus amigas.
Y luego di con el blog de esta
pedazo de mujer.
Me impacta a la vez que me
encanta su forma de ser. Desde luego me dan ganas de saber quién es, cómo es su
vida sabiendo que en su intimidad sexual
es de una manera que asustaría a todos: hombres y mujeres.
Es imponente.
Yo tengo más tendencia al lado
sumiso, no me veo capaz de ponerme a mandarle a ningún hombre. Una vez me lo
propusieron en un estúpido rol sexual. Y no sabía. No se me venía absolutamente
nada a la cabeza.
Sin embargo, me gusta saber que
existe una mujer con ese carácter.
Mi lado feminista aparece y me río de saber que hay una mujer que pone a
sus pies a los hombres y que ellos hacen lo que ella quiere y punto.
Me agrada la idea de cambiar la “cultura” de
que el hombre manda.
Sí, es verdad que me pone más ver
al hombre explayando todas sus virtudes varoniles. Pero saber del lado opuesto
me resulta divertido maléficamente.
Leer su blog hace que abra más mi
mente, que me plantee si sería capaz o no de seguir directrices de una mujer. A
ver, me gustan los hombres. Muchísimo. Pero por vivir la experiencia, no sé si
me dejaría en sus manos alguna vez. Y el hecho de que tan solo haga que me lo
plantee, cuando tenía claro que eso no me iba, ya hace que merezca la pena.
Hace que me replantee circunstancias
o simplemente cultura sobre temas que ignoraba.
Es, cuanto menos, interesante y
sensual.
Además me gusta cuando la lectura
me provoca enfado, contradicciones, curiosidad, asombro, me hace pensar… Porque
significa que está removiendo algo dentro de mí. Y eso no pasa con cualquiera.
Leí hace poco una entrada que me
sorprendió muchísimo.
Habla del adulterio consentido
como Dömina, su explicación, las partes que lo componen, sus nombres
específicos… ¡¡¡No tenía ni idea de que existiesen tales cosas!!!! Que tienen
denominaciones concretas este tipo de “prácticas”. Así como otros conceptos que
tampoco había leído antes, como la sissificación.
Me hace gracia cuando leo algo
así y digo, ¿esto qué es? Y abro otra pestaña del explorador.
La verdad, no me entusiasma. Pero
es chocante y curioso para mí. Pienso en lo humillado que debe sentirse el
hombre. Pero claro, eso es lo que se busca. Cuando pienso en cómo humillar a un
hombre sumiso creo que no hay tanta variación de posibilidades como lo habría
si fuera una mujer sumisa. Aunque seguramente sea porque no soy capaz de
ponerme en esa situación.
Igualmente el arrebato de la
virilidad del hombre, tiene que ser lo que más daño le haga.
Total, que me voy por las ramas.
Me gustó saber que existe una mujer que le pone los cuernos a su marido y le
obliga a verlo. ¡Madre mía! ¡Qué tía! Jajaja. Nunca lo había pensado. Y más me
gustó “el único ritual” que sigue después de estas vivencias. Sólo de imaginármelo
me hace reírme de incredulidad y pienso… ¡Qué puta Ama! Nunca mejor dicho. Jajajajjaa.
Es como… ‘¡¡mira, me está
follando otro!! Y lo estoy disfrutando como nunca.’ Bufff no sé, tela. Me
pregunto qué pensara en esos momentos el marido, cuáles serán sus reacciones.
Me encantaría verla en ese momento. Por curiosidad, para
saber cómo me afectaría la escena. Si me excitaría o no… Aunque creo que sí. Sólo
por el morbo, mi curiosidad, lo novedoso que me resultaría.
Comentan varias formas de llevar
estas prácticas y me gusta cómo lo plantea ella. Teniendo en cuenta que sé
bastante poco sobre el tema.
Por lo que he ido leyendo de su
blog hasta ahora, siempre he pensado cuán diferente es con respecto a blogs de
Dominantes que he leído. Ella en mi cabeza era más de: “Tú haces lo que yo diga
para satisfacerme y punto.”
Directa, femenina, firme.
Ole tú.
Y justo hace 3 o 4 días ha
publicado una entrada hablando de ello:
Me hizo gracia su opinión. Con
sus matices diferenciadores que la caracterizan. Añadiendo puntos de reflexión sobre
los que parar. Como que el poder de seducción no se puede consensuar entre las
partes.
Sé que este texto no le va a
hacer gracia a más de uno y lo siento. Cada uno tiene su opinión y vive según
su punto de vista.
Me hace gracia que se meta con un
grupo al que llama ‘Amos del Consenso’, aunque yo sin duda prefiero ser sumisa
de este tipo de Dominantes, que me transmiten cierta seguridad.
Eso no quita que al leerlo me
parezca curioso y divertido a la vez.
Me hace darme cuenta que la
Dominación entre hombres y mujeres es brutalmente distinta. Y me fascina.
También es cierto que aunque en
las relaciones BDSM cuyo Dominante es un hombre, tenga reglas y restricciones,
en muchos Dominantes que he leído, llevan a la sumisa al límite. Para intentar
que algo que no querían hacer, se convierta en algo que soportan. Y eso no me
hace ni puta gracia. Si yo digo que hay algo que no me gusta por la razón que
sea, respétalo.
Porque aquí juegan con los
sentimientos y la seducción también. Y entonces los límites de la parte sumisa
solo se convierten en un reto que cruzar. Ignoro si son todos así o alguno sí
respeta de verdad estas cuestiones.
En fin, que muchas gracias por
tener un blog así. Es un placer haber dado con él, Mistress Roxy.