lunes, 27 de marzo de 2017

Recuerdos 1

Tumbada en mi cama suspiro y me acuerdo de ti. 

Nos lo pasamos bien esa temporada. No se quién mejor: Si yo por catar a un hombre madurito o tú por beber de la máxima juventud.

Hay dos cosas que me dejan una sonrisa irónica en la cara: 

La primera es cuando escucho noticias referentes a lios entre una niña-adulto o niño-adulta. Definiendo "niño/a" como adolescente de 14-16-17 años. Consentidos, evidentemente. En las que se dice que son demasiado pequeños o que "cómo un adulto puede fijarse en una niña" jajajajajajaja. Me río de todos ellos. 

El problema está en que ya no es ninguna niña, pero el ser joven le da muchas armas. 

La segunda es aquella frase tan famosa de: "todo se acaba sabiendo". No señores. No. Si lo haces bien: Nadie se enterará jamás en la vida. Nunca. 

Lo tengo más que comprobado. Y es aplicable a absolutamente todo. 

Bufff....las miradas en clase... Por los pasillos cuando reñías al personal.... Las compañeras te veían como un pariente lejano. Un tito simpático y cercano. Que sin dejar de ser estricto sabía ganarse la simpatía tanto de sus alumnos como de las alumnas. 

Para mí eras un hombre atractivo con el que fantasear al toquetearme. Y no eras inalcanzable. Que se lo digan a mi coño que tanto estrujó tu polla. 

Bufff....-me muerdo el labio inferior- moviéndome encima con tus manos en mi cintura y mi espalda. Y tus gemidos 'silenciosos' llevando el ambiente en armonía con los míos de gatita. Sabía que te ponían los vellos de punta. Follarte a una muchachita te excitaba tanto como que a mí me poseyera un hombre en condiciones. Así pues exageré en innumerables situaciones el tono 'joven' de mis gemidos. Tú ni pensabas que pudieran ser fingidos. Jamás lo sabrás tampoco. Y cuando te ponías durísimo 100% me olvidaba de eso y prestaba absoluta atención al placer. A tus caricias, al vaivén de tus exquisitas caderas. 

Contigo aprendí lo que era un verdadero orgasmo de mujer rellena. Más ansiaba sexo contigo después de tal explosivo acontecimiento. 

¡Cuánto tiempo son recordarlo!


Aunque no me regalaste ni un aprobado, ¿ehn?. Pero sí sabía la nota antes que nadie. Eso jamás me lo negaste. Cuando te enseñaba mi cuerpo precozmente desarrollado y se te ponía esa cara de bobo.... Pena que no se te escapara ni una pregunta de examen. Me clavabas la polla y hacías que dejase de preguntar por ello. Pasabas a ser tú el preguntón:


-¿Ahora te callas, ehn?
-¿Prefieres saber eso o tragarte-empujaba dentro-esta?

Sacaba su polla de una vez y yo me quejaba incorporándome. Mirada de malvado seductor. A veces mi ingenuidad brotaba paralizándome. No sabía qué esperaba de mí. Entonces me agarraba los muslos y me hacía bajar del mueble. Me daba la vuelta y me empotraba contra la madera. Subía mi culo a su gusto abriéndome bien las piernas y... Para dentro de nuevo. 

Mmmm....echaré mano del consolador.






miércoles, 15 de marzo de 2017

Visceral

Las mujeres metidas en la lujuria de llegar a su orgasmo, se convierten en preciosas esclavas del deseo.



Pueden creer los hombres que son quienes llevan el control, pero no es cierto. Las mujeres buscan los candidatos adecuados en base a lo que quieren sentir o cómo quieren comportarse. Va a ser cierto eso que dicen de que somos controladoras y manipuladoras. 

Al principio me enfadaba escuchar eso, pero voy entendiendo que existe a distintos niveles. Niveles inimaginables. Y cada vez me gusta más.