jueves, 30 de noviembre de 2017

La verdad detrás de nuestras excusas

Cuando decimos “es que quiero libertad” significa no dar explicaciones y no control.

Por mucho que lo camuflemos con otras excusas… Un simple comer una pizza al microondas en una hora inadecuada, helado por la mañana, no cenar, quedarte viendo series hasta las tantas. Levantarte a las 12 de la mañana o a la 1 de la tarde, comer chuches antes de almorzar.

Las libertades de adulto no son demasiado diferentes. A todo eso que rompe con la educación que siempre nos han dado, se le suma el sexo. Nada más. Entrar y salir sin tener que inventar cualquier excusa. Ya no solo a tus padres sino a amigos, familiares, conocidos, vecinos que te conocen desde que naciste.


Entrar y salir sin que te importe nada. Sin tener que darle cuentas a nadie.

Saborear eso, es magnífico.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Nacho I

Me puse un conjunto precioso negro: elegante y con transparencias. No sé por qué le vuelve loco, ¿no es mejor insinuar? Bueno, le iba a encantar.

No le abrí de esa manera, me vestí con una falda (para más fácil acceso) elástica de tubo hasta por encima de la rodilla y una camiseta de manga larga básica.

Entró en casa con una gran sonrisa, trayendo palomitas de las que se hacen al microondas. Me reí y entró a la cocina para dejarlas en la encimera. Cerré la puerta y al volverse hacia mí nos dimos dos besos.

¿Cómo estás? Tanto tiempo.

Pensé en contestar cosas como “Hemos estado liados cada uno con sus cosas” o “He estado ocupada”. ¿Para qué? Ambos sabemos que las relaciones personales pasan sus rachas de más contacto y menos.

Me quedé mirándole a los ojos con cara medianamente seria y sensual. En silencio. Le miro la boca, el cuello, le doy un buen repaso despacio de arriba a abajo. Viene bien vestido. Respiro profundamente y noto su fragancia.

Ha venido exquisito, eso me hace sonreír y mirarle a los ojos de nuevo.

Doy un paso hacia él  y apoyo mis manos en su pecho, mientras huelo por su cuello de nuevo. Ese cuello que me vuelve loca. Rozo mi nariz con su cuello y gimo suave.

Me encanta lo bien que hueles, Nacho.
A las buenas mujeres hay que cuidarlas con buena presencia.

Le miré de nuevo sonriéndole.  Él tenía en su cara una pedazo de sonrisa con ojos perversos.

¿Me vas a dar dos besos o te como la boca directamente? Me estás poniendo malo.

Los dos nos reímos y eso momento tan divertido rompió la tensión.

Nos dimos dos besos y me contó que ya no estaba en el mismo trabajo que la última vez que nos encontramos. Que estaba mejor y lo que hacía allí.

Nos sentamos en el sofá. Él antes se quitó la chaqueta, dejando visión a un polo azul marino. Sus vaqueros negros pegaban a la perfección con los zapatos que llevaba.

Suspiró y sonrió. Supongo que se alegraba de que me gustasen las vistas.

¿Te has puesto más en forma?

Jajaja Sí. Volví al gimnasio porque el peso que tenía en mi casa ya no era suficiente.
Mmmm
Jajajjaa
  
¿Me puedo quitar los zapatos? Por estar más cómodo.
Claro, déjalos bajo esa silla, así no lo pisamos sin querer.

Se sentó en el sofá, de lado mirándome de frente. Dejando el respaldar a su costado izquierdo. Se apoyaba en el reposabrazos, con la pierna izquierda flexionada.

Eso hizo que sin querer le mirase el paquete. Noté si risa entre dientes y le pedí perdón. Fue totalmente instintivo.

Me seguía mirando con curiosidad.

Me has sorprendido que me buscases.

Le miré.

Es verdad que hace tiempo que no sabíamos el uno del otro.

Asintió.

Estabas saliendo con una chica, y no quise meterme donde no me llamaban.
Bueno, pero de vez en cuando podemos preguntarnos cómo nos va.
Vale. ¿Entonces esta no es celosa?
No. No hay problemas, ella también tiene amigos y no hay ataduras tontas.
Me alegro.
Ya era hora, me han tocado de las más celosas asfixiantes. Ojjj.
JAJAJAJ

Con lo libre que era él. De ir a dar una vuelta él solo o tener su espacio.

¿Me vas a contar por qué estás tan caliente?
Porque me puse a fantasear contigo y con otros y…

Entonces recordé lo que me dijo Alex y le solté:

Oye, ¿le comerías los huevos a Alex?
¿Qué hablas, loca?
Jajajaj es broma
A Alex no, que lo conozco.

Lo miro con los ojos desorbitados y se me nubló el cerebro. Él se ríe.

¿¿Cómo?? ¡¡Quiero verlo!! ¿A quién sí!?
¿Alex también aparecía en tu fantasía, no?
No me cambies de tema.
Jajaja como se pone la niña viviosa esta…
Vaa dimee, ¿¿¡lo has dicho solo por provocarmeee!??
Jjajajaj cállate ya, que vas a manchar todo el sofá con tus flujos.

Me levanté un poco de él y vi que lo había manchado.

Pues a ver…si es que…
¿Qué te ha pasado hoy? ¿Algún maromo te ha dejado plantada?
No. Me estaba masturbando pensando cosas y quería a un hombre real.
¿Entonces Alex aparecía, no? Pero está lejos.
Sí, también… Pero él no me follaba.
¿Y yo sí?
Ufff

Fui a por su boca, no podía más ni quería darle más explicaciones.

Le tumbé en el sofá, quedando yo encima.

Le besaba apasionadamente mientras bajé a sus pantalones, necesitaba su polla ya. Sus manos me agarraron la cara para intensificar los besos.

Gemí y me quejé cuando me aplastó contra su cuerpo, le estaba deseando demasiado ya.

Paramos y él bajó sus manos para bajarse los pantalones lo suficiente. No llevaba ropa interior y jadeé al vérsela. Dios cuánto tiempo. Umm… Quería chupar… Pero es que necesitaba hincarme.

Le besé la cara, le mordí el cuello.

Por fin soltó una especie de gemido.

Ya, ya, tranquila, loba.

Desesperada nos colocamos mejor en el sofá, no es lo suficientemente ancho y una pierna no podía apoyarla en el asiento. Quise metérmela pero él me dijo que me estará quieta.

Llevó las manos a mis piernas. La falda ya se me había subido bastante. Él terminó de levantarla y me toqueteó el coño.

Se escuchaba mi excitación, le vi sonreír. Ni una palabra.

Me apartó la braguita, sujetándomela con una de sus manos y moviéndome el culo con ambas hasta colocarme en el camino adecuado.

Baja.

Se la sujetó firme en mi entrada y fue deslizándose en mi interior.

OHH POR FIN. Gemí de puro gusto y noté cómo se me ponía la carne de gallina.

Guauuu, niña. ¿Tanto te gusta?

Pasó sus manos por mis brazos, acariciándolos para quitarme el escalofrío.

Terminé de encajarme a él y le miré a los ojos.

Se me caía la baba literalmente, no me pasa con cualquiera. Me relamí mirándole a los ojos.

Moví suavemente mis caderas de adelante a atrás y él cerró sus ojos soltando el aire de sus pulmones.

Moví mis caderas de manera circular y lenta.

Pensé que te pondrías como una loca a dar botes.
Y…jmm, y yo, pero esa cara tuya…

Seguí girando lento unos pocos minutos. Ya teniéndolo dentro, era más fácil esperar a restregarme. Es genial notar como me abre por dentro, quedando justo y tirante. Notarla despacio mientras gira dentro de mí es…

Entonces movió sus caderas hacia arriba hincándomela más adentro y abrió los ojos de golpe. Solté un grito y le di un guantazo suave.

Vamos, más ritmo.

Cabrón… Empezó a mover fuerte sus caderas.

Me puso a gemir como una loca y ahora sí que nos movimos con ganas los dos.

Eso es… Así mejor, ¿no? Esto es lo que necesitabas.

Yo solo me movía y gemía.


Umm ummm… Precioso. Esa carita me lo dice todo. 

viernes, 24 de noviembre de 2017

El verdadero Nacho

Busqué a Nacho por Facebook:

Hola, me ha dicho Álex que estás solo. ¿Quieres ver una peli en mi casa?
Ejeeei… ¿Qué pasa, niña? ¿No tienes mi número de móvil?
No. Lo perdí en el cambio de móvil y como tenías novia no quise preguntar…
JAJAJAJAJA. ¿Por tener novia no puedo tener amigas?
Alguna que otra vez has salido con controladoras. No quería fastidiar.
Bueno, eso es cierto. ¿Sólo peli?
Nacho…  Con pamolitas.
Jajajja. Dame 2 horitas, que tengo que limpiar la casa.
Veeen yaaaaaaaa. Limpia mañana.
MADRE MIA. Loba a la vista… Déjame que me duche.
Corre.

Bzuu, Bzuum

Álex: madre mía qué perversión… Me la has puesto dura, joder.
Dime quienes son los que te trataban así. ¿Gente real o inventada?
Alguno real, otro no.
Dímelo
Si hombre. Jajajjaja. Bueno, te tengo que dejar. Tengo cosas que hacer.
¿Has hablado con Nacho?
Sí, viene de camino y quiero ponerme sexy.
Joder… Le envidio.
Te chinchas, ha sido tu culpa todo.
Oye, ¡encima! Serás… Mándame una foto.
No. No se calienta lo que no se come.
Puta.

Jajaja besos.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

El verdadero Alex

-Alex. ¿Puedo hablarte?
-Luego te aviso enana.

 Está de buen humor, me alegro.

Tumbada en mi cama con el móvil en la mano. No sé cuánto tiempo pasará hasta que pueda hablar. Aprieto mis muslos, aún estoy chorreando tras masturbarme. Me retuerzo en la cama y siento mi cuerpo contra las sábanas, que se van deshaciendo a mi movimiento.

Me levanto para lavarme y vuelvo a la cama.

¿Leo un libro?  Venga sí, que tengo muchos pendientes.

Al cabo de un tiempo… zummm zummmm. ¿Será Álex?

Álex: ¿Qué te pasa?
Me he masturbado pensando en que unos cuantos me follaban mientras tú mirabas.
Y ahora tienes ganas de que te trinque bien.
Exacto.
¿Y por qué yo solo miraba?
Porque te gusta verme viciosa con otros.
Jajajaja  ¿Y tu fantasía no ha tenido segunda parte?
No… es que me corrí y me viniste a la mente.
¿A la mente? Tu coño me desea, enana.
Uff… ¿cuándo vas a tener libre?
No lo sé. De momento no.
¿Hoy has dicho?
Jajajaja
Jopee. Nos hemos tirado una buena racha sin hablar.
Sí, pero ayer ya estaba recordándote para ser sincero. Y me contuve.
Porque de momento no tenemos tiempo
Claro. No me gusta calentar para nada.
Bueno, pues eso, que sepas que chorreo de deseo. Un besito.
Jajajaj no me digas esooo
;) hasta pronto
¿Ya quieres dejar de hablar conmigo?
Sí. No me gusta que me calienten para nada.
Podemos tener una conversación normal.
¿Hemos sido capaz alguna vez de no acabar hablando de follarnos?
Es verdad. Hablamos pronto, enana. Sé muy mala.
Lo intentaré.

Seguí leyendo el libro hasta que me desconcentré. Y no era capaz de enterarme de lo que pasaba.
A eso que me vibra de nuevo el móvil.

Ahora no soy capaz de dejar de pensar en qué narices estabas fantaseando.
Jajajaja. ¿Te lo describo?
¿Te vas a poner a describirlo para mí?
Claro… Pero solo si vienes en el primer tren que salga a darme lo que necesito.
Jajaja sabes que no puedo.
Lo sé. Si quieres te lo cuento por teléfono.

Tardó unos segundos en responder. Le había dejado de piedra.

Joder, no sé qué contestarte.
Lo entiendo. Un besito.

Dejé el móvil en la mesa tras poner música en youtube. Y a bailar. A quitarme el estrés, a sentir mi cuerpo sacando la energía. Me ponía de buen humor inventarme pasos y moverme como todo el mundo se mueve a solas en su cuarto: A la perfección. Como la mejor del mundo.

Bzuu, bzuum

Miro sin entrar:

Por qué no te buscas una polla que comerte. Me consta que por allí tienes a más de un candidato.

Vuelvo a bloquear el teléfono y sigo bailando. Cuando quieres acostarte con alguien en concreto y lo deseas con fervor, cualquiera no te sirve. No es una polla cualquiera encajándose en mi sexo, es la suya, sus movimientos, sus formas.

Necesito hacerme a la idea que hoy no lo tendré dentro.

Bzuum buzzm

Jaja... ¿será Álex de nuevo? Quizás se haya sentido mal. Paso.

Sigo bailando un par de canciones más. Cojo el móvil y me vuelvo a la cama.

Álex: ¿Qué estás haciendo?
Yo: Estaba bailando para soltar estrés.
Jajajaj joder… Con ese cuerpazo. Cuéntame un poco de esa fantasía, anda.

Bueno, si llamada no podía ser… Serían audios. Pero mi voz la iba a escuchar. Pretendía dejarlo por lo menos la mitad de deseoso que yo. Así que eso hice.

¿Por qué no buscas a Nacho? La novia está en Canadá con unas amigas.
¿Sí? ¿Crees que se acostará conmigo?
Jajajajaja no le conoceeees.
Creía que era un hombre fiel. No lo tenía en posibilidades.
Fiel a mis cojones.
¿Sí? ¿Te come los cojones?
Más quisieras tú, zorra enferma.
Ummmm POR FIN: Hola Álex.
Jajajajaja. Sabes que no se me puede ir la pinza.
Escucha mis audios.
Háblale. Algo te saciará más que un cualquiera.


Qué fuerte. Vaya, justo nombra otro que metí en mi fantasía. Pero no se lo dije.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Fantasía y masturbación 1.4

Nos miraron. Él me sentó en el sofá, justo en medio de Ángel y Beto, y ordenó:
-Cogedles cada uno de una pierna. -lo hicieron sin más -exacto, así, que quede bien abierta.

Ven aquí, Marta, que te voy a dar mi orgasmo.

Se la empezó a follar a 4, delante de mis narices, haciéndome desear polla con más intensidad que nunca. Y los gemidos de la perra de Marta tampoco ayudaban.

-Que no se masturbe.

Ni yo me había dado cuenta que mis manos buscaban mi sexo cuando estos dos también me sujetaban cada uno una muñeca.

Al poco él se corrió y cayeron rendidos. Él se salió y la colocó en el suelo amablemente y
 jadeante.

Beto: Ni se te ocurra mover tu mano de aquí -dijo, dejándola a un lado y empezando a acariciarme el muslo de la pierna que él seguía sosteniendo abierta- o no tendrás lo que deseas.
Manu: Perdóname, estaba al límite.
Marta: Tranquilo, mucho has aguantado ya.
Manu: Ahora viene el tuyo, Marta-dijo mientras se colocaba entre sus piernas.

Ángel dejó sobre el sofá mi pierna izquierda y se ponía de rodillas en el sofá:

-Es nuestro turno de jugar con vosotras.

Beto: Vamos, ponte en el sofá-Le miré, él me soltó la pierna también mientras se levantaba para dejar una rodilla en el sofá y el otro pie en el suelo, de cara a Ángel.

Vacilándole y recobrando un poco mi determinación le solté: “Es que no te entiendo”. Y miré su boca, ardiendo de deseo por sus pasionales besos.

Esperó a que regresara a sus ojos y dijo:

-Que te pongas a 4 patas. Te vas a enterar cómo jugamos nosotros.

Eso excitó muchísimo, bien sabe él que estas cositas me ponen malísima.

Me ayudó a colocarme en el sofá y empezó a embadurnarse su polla con mis fluidos. Miré a quien tenía delante, que empezó a acariciarme la cabeza con suavidad primero; luego se agachó un poco agarrándomelos a la altura de la nuca y me besó. Un beso no muy largo y ardiente:

-Chupa. -dijo soltándome e incorporándose- Chupa como sé que sabes hacerlo: Fuerte, con ganas, con intensidad.

Me la metí en la boca, apoyándome en él, haciendo lo que mejor se me da. Al momento, Beto me penetró lentamente hasta que estuvo entero dentro, y empezó a bombear.

Me abandoné a ellos dos, cerré los ojos y me dejé llevar.

Los tres encontramos el ritmo adecuado y lo seguí manteniendo hasta que mis extremidades no daban más de sí.

-¿Quieres saborearlo o prefieres que te embadurnemos?-dijo quien me llenaba la boca. Él siempre intentaba decirlo de forma que no sonase tan basto.

Sacándome lentamente su sexo de mi boca, abrí los ojos y lo miré. Levanté los dedos de una mano pretendiendo indicar la primera opción, pero entonces, Manu dijo:

-La segunda opción. -Sin sacármela de la boca, me quedé mirando hacia ellos.- Quiere leche, mejor que la vea... ¿no?

Ángel: Eh, mírame a mí. Y chupa.-Le miré suplicante- ¿Qué pasa?

Beto: Quiere tu leche y la mía dentro…mmmh…-dijo penetrándome sin parar- ¿No la escuchaste antes?

Ángel: Aaaah…ya veo…Y éste aún est… ooh…dios, Lidia, sí…-le volví a mirar- Sigue así y ya veremos.

Marta: Mmm…no pares…¡¡no paa…mmm…pares!!.
Manu: ¿Estás a punto, verdad? Venga, nena…-Y llegó.- Mmm…rico.

Yo estaba en mi límite. Necesitaba llegar. Me saqué la polla de la boca y apoyé los brazos en el sofá, exponiéndome más a Beto.

Beto: Mm… me gusta, enana… ¿quieres más?
Yo: Sííí…. no… no puedo más, por favor…

Se movió profundo hasta llegar al fondo, luego la sacó y la volvió a meter hasta el fondo. Eso no ayudaba. La quería rápida, sin mucha profundidad. Él sabía cómo.

-Por favor Beto…. MÁS.

Lo hizo como sólo él sabía hacerlo y me corrí. Por fín. Me la sacó y se puso de pie:

-Pues yo le voy a hacer caso a Manu, la quiero ver sobre ti, enana- dijo masturbándose.

Mientras mi respiración volvía a la normalidad, Ángel se sentó en el sofá en la misma posición, él no se hacía nada:

-Chupa un poco más, preciosa.-Y lo hice sin dudar.

Beto: Buff, estoy a punto…
Manu: Ponte como al principio, con los pies en el sofá.
Yo: Sí…. lo quiero….

Ángel también se puso de pie frente a mí y cuando me senté con las piernas abiertas en el sofá, vi cómo tres fuentes de leche se precipitaban sobre mí, manchándome la cara y los pechos; y poco después, cuando se resbaló hacia abajo, la barriga.


Instintivamente esparcí la leche por mis tetas y me lamí algunos dedos con su leche. Tenía ganas y no me dejaban sentir su leche en mi boca. No era justo, solo fastidié a uno. Pero el orgasmo me había dejado tranquila. 

sábado, 18 de noviembre de 2017

Fantasía y masturbación 1.3

Él estaba a mi lado, apoyándose en la encimera con su cuerpo, agarrándome las manos con su mano izquierda y con la derecha… empezó a tocarme sin más el coño a través de las bragas. Húmeda como estaba, los gemidos salieron de mi boca tan pronto como él me empezó a tocar. Yo miraba al frente, donde estaba el espejo y él encontró mi mirada en él. 

Tenía una mirada intensa y malvada. No dejaba de toqueteármelo pero no se acercaba a mi clítoris. Yo jadeaba y arqueé un poco la espalda. No paraba de jadear y le sostuve la mirada, cada vez más acalorada.

Se acercó a mi oído sin dejar de mirarme.

-Eso es… mírame, zorrita.-Bajó su mirada a mis tetas e hizo un gesto de placer.

Con el brazo derecho presionó adelante y atrás el cuerpo para que me moviera y que éstas se movieran a su vez.

Lo hice, pero quité la mirada del espejo y bajé la cabeza impulsivamente .

-Mírame-dijo a la vez que presionaba mi clítoris entre dos de sus dedos, sacándome un chillido de intenso placer.

 Yo: Sí,… sí,…

Me presionó  un poco más, pasó todos los dedos (menos el gordo) rápido por todo mi sexo y paró. Se incorporó y se puso detrás de mí. Mis rodillas se aflojaron y las flexioné un poco, al instante escuché:

-¡Levanta! Y mírame.

Obedecí. Enseguida pasó índice y anular por detrás de mis bragas y las echó a un lado.

-Mmm…. precioso. Estás que chorreas, bonita.

Me bajó las bragas y quitó del todo… Se curvó sobre mí sin echarme su peso encima.

Abrió sus piernas para mantener el equilibrio, su mano izquierda agarró fuerte mi pelo, mojado también, y me ladeó la cabeza para lamer desde la base de mi cuello hasta el lóbulo derecho.  Todo mirándonos a los ojos en el espejo.

La derecha bajó a mi coño y me separó los labios, haciéndome desear con más ganas que me penetrase de una vez.

Luego cogió su polla y empezó a frotar tooooodo su tronco por él, lubricándolo.

-¿Quieres esto, verdad? -Asentí jadeante, pendiente de lo que sentía en mi coño ardiente.

Me soltó, se agarró a mi trasero y de una embestida me la metió.

-¡Po toma!
-¡AH! -gemí sin contenerme- mm… ¡¡síi!! Sí,… ¡¡más!! ¡¡¡MÁS!!!

 Él siguió follándome fuerte y, poco después, estaba por correrme.  Y por sus gestos, él también.

-¿Lo quieres dentro o esparcido?
-Dentro… ¡¡dentro!!

Me la hincó fuerte una vez más. Vez que creí se correría, pero no.

La sacó despacio. La sacó del todo. Sin correrse. Sin dejarme llegar.

Le miré, gimiendo quejicosa y vi su cara de venganza.


Me agarró suavemente pasando el brazo izquierdo alrededor de mi cintura y me incorporó. Me sujetó, esta vez suave, el brazo derecho y me hizo andar hasta el salón con todos los demás. 

viernes, 17 de noviembre de 2017

Fantasía y masturbación 1.2

Seguíamos las dos dándoles lengüetazos a todos por todos lados de sus miembros viriles. Fuimos buenas en esa primera ronda. Pero seamos sinceras, mayoritariamente lo hacíamos para poder probarlos a todos. Lo hicimos lentamente para darles tiempo a saber que íbamos a tocarles, para que pudieran estar preparados. 

Me parece que echaron unas 3 partidas cuando ella y yo nos miramos. Ambas sonreíamos con picardía y le guiñé el ojo. ¡Empezaba la segunda parte!

Nos fuimos al centro de la mesa para que nadie tuviera nuestras manos en ellos.

- ¿Te ha gustado?-le susurré, con la boca llena de saliva.
Marta: Tela…
-¿Alguna en particular?
Marta: Ya tengo mezclado los sabores de todos…-nos miramos y nos reímos.
Alex: Joder, qué miedo.
Beto: Ya te digo, tío. ¿Cómo se divierten, eh?
Nacho: Venga, reparte. Que hay que SEGUIR.
Ángel: Ejem, ejem.
Todos: JAJAJA
Marta: ¡Impacientes!
Alex: Eso te voy a decir yo a ti cuando estés a punto de correrte.
Alex: ¡Au!

-Ooojójó, fueraaa!!!-le dijeron algunos de ellos-
Alex: ¡Oye, no! ¡Que me ha mordido! Esto no vale…
Ángel: Venga, sí. No vale.
Manu: Seguimos.

Marta iba a empezar por Alex, pero para “castigarle” no lo hizo. Fue por Jorge y empezó con fuerza, se notó que respiró un poco profundo pero supo reaccionar haciendo como que tosía. Con esa distracción se la agarré con ímpetu a Ángel, para darle tregua y que estuviera preparado. Sin más rodeé su capullo con mis labios y succioné con fuerza.

Como todos se reían por la “tos” de Jorge, él lo hizo a modo de desahogar su excitación. 

Cuando los chicos pararon, yo también lo hice. Y Ángel suspiró:

-Joé, qué malas cartas-dijo.

Marta y yo estábamos cambiando de chico y nos rozamos sin querer.

-Uy, perdona.
-Nada.

Pero me quedé mirándole con descaro los pezones. Se le señalaban en la camiseta y se intuían tan duros… Se ve que en algún momento, se puso de nuevo la camiseta y de lo que se deshizo fue del sujetador. Me relamí inconsciente de lo que hacía. Ella me miraba.

-¡Serás guarra!
-Joder, tía…pero si es que…-jadeé-
-¡Los tuyos también estarán así!
-Mm…no sé yo…

Ella se vino a mí y sin más me subió camiseta y sujetador, y me agarró las tetas.

De mi boca salió un gemido y me puso más cachonda cuando me ordenó:
-Míratelas.

Beto: ¿Qué pasa, chica?
Nacho miró por debajo y nos vio de aquella manera:

-UuU!! Están teniendo rollo bollo!!.
Ángel: ¿Cóoomo?
Yo: Es que ella tiene los pezones tan duros que… me he quedado mirándola unos segundos. Iba provocando sin sujetador…
Marta: Y yo sólo le he mostrado que los suyos están iguales.
Beto: Joooder, tías…
Jorge: Vaya, que tenemos aquí a las dos más lascivas del lugar.
Yo: Bueno, ya vale-me zafé de sus manos-
Marta: ¿Ves? Algún día te lo haré y tú me rogarás que te deje lamerme.

Un generalizado “YEEEEAH” de los chicos se escuchó sobre nuestras cabezas.

-Cállate ya. Y come.-Y me metí la polla de Nacho en la boca. Se la comí con más ganas que ninguna. Estaba muy cachonda. Me separé de él y me quité sujetador y camiseta. ¡Hala! Me hervía la sangre con todo aquello.

Beto: ¿Qué es eso?
Nacho: Una de las niñas, que está desnuda cintura-arriba.
Marta: ¡Será puta!-dijo riéndose-
Beto: Ea, pues ya sabemos quién es.

Los chicos se rieron entre dientes y Beto añadió un “Y no es la única” con un erotismo que además de desear que me hablara así mientras le tuviera dentro, me hizo presuponer que Marta se la mamaba a él ahora.

Cuando me separé de Nacho, inesperadamente (para él) rocé la parte interna del muslo de Manu, que estaba a mi izquierda, y él pegó un bote.

-¡¡¡FUERA!!!-le dijeron los demás riéndose.

Manu: ¡Oye! ¡Que no me estaba comiendo! ¡Sólo me ha rozado!
Ángel: Ya, claro… ¿¿Chicas??
-¿¿Síiii???-contestamos al unísono.
Ángel: ¿Alguna se la estaba comiendo a Manu?
Y yo contesté un convincente y seco: “Sí”.

Manu: Oooh ¡¡¡PERO SERÁS PUTA!!¡¡MENTIROSAAA!!-se levantó de la mesa y se fue al sofá. Mientras, todos reían (Nacho con más intensidad). Yo incluida.

-Te vas a enterar, zorra. Te vas a enterar.

Seguimos con el tema y fueron cayendo (de verdad) Ángel, Jorge y Alex.
Sólo quedaban dos y a uno se le escapó un suspiro, que intentó arreglar diciendo:

-Joder, que calor hace, ¿no? ¡Poner el aire!

Ambos rieron.

Nacho: Descubre tus cartas.
Beto: No, tú primero.
Nacho: Venga, tú, si voy a ganar igualmente.

Entonces Marta comenzó a masturbarle con fuerza y a comérsela sonoramente.
Beto: Ohh… ¡¡DIOS!! Vale, tío -tira sus penosas cartas- tú ganas-

Yo paré y la miré a ella, que estaba toda excitada, comiéndoselo con ganas. Él la agarró de los pelos sin reparo al tiempo que jadeaba:

-Pero tú no pares. Joder, no pares… Mmm… eso es…Voy a…”

Y ella fue la primera en tragar y saborear leche.

-¡¡TOMA, GANÉÉÉ!! ¡Por partida doble!

Yo se la lamí un poco más porque se estaba humedeciendo y…mm…me encanta.

Dirigiéndose a mí y mirándome dijo: “Aunque tú no me lo has puesto nada fácil, ¿¿enh??-le miré y nos mantuvimos la mirada unos segundos. Él sexualmente complacido, yo con su polla aún en la boca. Quité la mirada. Me acarició la cabeza con dulzura.

Nacho: Y aquella tiparraca no veas lo basta que es.
Ángel: Ya te digo, yo ya es que no pude contenerme más. Que por cierto… ven que ahora es mi turno, ¿te apetece?-dijo sentado desde el sofá.

Un leve suspiro femenino dijo que sí, y ella salió de debajo de la mesa  para ir, gateando, hasta él.

Yo me separé de Nacho y respiré un poquito. Además quería salir yo también de debajo de la mesa porque estaba cansada de estar pendiente de no darme contra algo. Y agachada de aquella manera. Estiré un poco las piernas sentada en el suelo (aún bajo la mesa) y cuando me dispuse a salir de allí, antes de darme cuenta, Manu vino hacia mí y me ayudó a levantarme diciendo un “Ven aquí” que daba a conocer lo cabreado conmigo que seguía.


Me agarró con decisión del brazo izquierdo y me llevó a lo largo del pasillo hasta el cuarto de baño. No cerró la puerta. No era ese el fin. Hizo que me apoyase en el mármol del lavabo, espalda curvada y exponiendo mi trasero.