sábado, 25 de noviembre de 2017

Nacho I

Me puse un conjunto precioso negro: elegante y con transparencias. No sé por qué le vuelve loco, ¿no es mejor insinuar? Bueno, le iba a encantar.

No le abrí de esa manera, me vestí con una falda (para más fácil acceso) elástica de tubo hasta por encima de la rodilla y una camiseta de manga larga básica.

Entró en casa con una gran sonrisa, trayendo palomitas de las que se hacen al microondas. Me reí y entró a la cocina para dejarlas en la encimera. Cerré la puerta y al volverse hacia mí nos dimos dos besos.

¿Cómo estás? Tanto tiempo.

Pensé en contestar cosas como “Hemos estado liados cada uno con sus cosas” o “He estado ocupada”. ¿Para qué? Ambos sabemos que las relaciones personales pasan sus rachas de más contacto y menos.

Me quedé mirándole a los ojos con cara medianamente seria y sensual. En silencio. Le miro la boca, el cuello, le doy un buen repaso despacio de arriba a abajo. Viene bien vestido. Respiro profundamente y noto su fragancia.

Ha venido exquisito, eso me hace sonreír y mirarle a los ojos de nuevo.

Doy un paso hacia él  y apoyo mis manos en su pecho, mientras huelo por su cuello de nuevo. Ese cuello que me vuelve loca. Rozo mi nariz con su cuello y gimo suave.

Me encanta lo bien que hueles, Nacho.
A las buenas mujeres hay que cuidarlas con buena presencia.

Le miré de nuevo sonriéndole.  Él tenía en su cara una pedazo de sonrisa con ojos perversos.

¿Me vas a dar dos besos o te como la boca directamente? Me estás poniendo malo.

Los dos nos reímos y eso momento tan divertido rompió la tensión.

Nos dimos dos besos y me contó que ya no estaba en el mismo trabajo que la última vez que nos encontramos. Que estaba mejor y lo que hacía allí.

Nos sentamos en el sofá. Él antes se quitó la chaqueta, dejando visión a un polo azul marino. Sus vaqueros negros pegaban a la perfección con los zapatos que llevaba.

Suspiró y sonrió. Supongo que se alegraba de que me gustasen las vistas.

¿Te has puesto más en forma?

Jajaja Sí. Volví al gimnasio porque el peso que tenía en mi casa ya no era suficiente.
Mmmm
Jajajjaa
  
¿Me puedo quitar los zapatos? Por estar más cómodo.
Claro, déjalos bajo esa silla, así no lo pisamos sin querer.

Se sentó en el sofá, de lado mirándome de frente. Dejando el respaldar a su costado izquierdo. Se apoyaba en el reposabrazos, con la pierna izquierda flexionada.

Eso hizo que sin querer le mirase el paquete. Noté si risa entre dientes y le pedí perdón. Fue totalmente instintivo.

Me seguía mirando con curiosidad.

Me has sorprendido que me buscases.

Le miré.

Es verdad que hace tiempo que no sabíamos el uno del otro.

Asintió.

Estabas saliendo con una chica, y no quise meterme donde no me llamaban.
Bueno, pero de vez en cuando podemos preguntarnos cómo nos va.
Vale. ¿Entonces esta no es celosa?
No. No hay problemas, ella también tiene amigos y no hay ataduras tontas.
Me alegro.
Ya era hora, me han tocado de las más celosas asfixiantes. Ojjj.
JAJAJAJ

Con lo libre que era él. De ir a dar una vuelta él solo o tener su espacio.

¿Me vas a contar por qué estás tan caliente?
Porque me puse a fantasear contigo y con otros y…

Entonces recordé lo que me dijo Alex y le solté:

Oye, ¿le comerías los huevos a Alex?
¿Qué hablas, loca?
Jajajaj es broma
A Alex no, que lo conozco.

Lo miro con los ojos desorbitados y se me nubló el cerebro. Él se ríe.

¿¿Cómo?? ¡¡Quiero verlo!! ¿A quién sí!?
¿Alex también aparecía en tu fantasía, no?
No me cambies de tema.
Jajaja como se pone la niña viviosa esta…
Vaa dimee, ¿¿¡lo has dicho solo por provocarmeee!??
Jjajajaj cállate ya, que vas a manchar todo el sofá con tus flujos.

Me levanté un poco de él y vi que lo había manchado.

Pues a ver…si es que…
¿Qué te ha pasado hoy? ¿Algún maromo te ha dejado plantada?
No. Me estaba masturbando pensando cosas y quería a un hombre real.
¿Entonces Alex aparecía, no? Pero está lejos.
Sí, también… Pero él no me follaba.
¿Y yo sí?
Ufff

Fui a por su boca, no podía más ni quería darle más explicaciones.

Le tumbé en el sofá, quedando yo encima.

Le besaba apasionadamente mientras bajé a sus pantalones, necesitaba su polla ya. Sus manos me agarraron la cara para intensificar los besos.

Gemí y me quejé cuando me aplastó contra su cuerpo, le estaba deseando demasiado ya.

Paramos y él bajó sus manos para bajarse los pantalones lo suficiente. No llevaba ropa interior y jadeé al vérsela. Dios cuánto tiempo. Umm… Quería chupar… Pero es que necesitaba hincarme.

Le besé la cara, le mordí el cuello.

Por fin soltó una especie de gemido.

Ya, ya, tranquila, loba.

Desesperada nos colocamos mejor en el sofá, no es lo suficientemente ancho y una pierna no podía apoyarla en el asiento. Quise metérmela pero él me dijo que me estará quieta.

Llevó las manos a mis piernas. La falda ya se me había subido bastante. Él terminó de levantarla y me toqueteó el coño.

Se escuchaba mi excitación, le vi sonreír. Ni una palabra.

Me apartó la braguita, sujetándomela con una de sus manos y moviéndome el culo con ambas hasta colocarme en el camino adecuado.

Baja.

Se la sujetó firme en mi entrada y fue deslizándose en mi interior.

OHH POR FIN. Gemí de puro gusto y noté cómo se me ponía la carne de gallina.

Guauuu, niña. ¿Tanto te gusta?

Pasó sus manos por mis brazos, acariciándolos para quitarme el escalofrío.

Terminé de encajarme a él y le miré a los ojos.

Se me caía la baba literalmente, no me pasa con cualquiera. Me relamí mirándole a los ojos.

Moví suavemente mis caderas de adelante a atrás y él cerró sus ojos soltando el aire de sus pulmones.

Moví mis caderas de manera circular y lenta.

Pensé que te pondrías como una loca a dar botes.
Y…jmm, y yo, pero esa cara tuya…

Seguí girando lento unos pocos minutos. Ya teniéndolo dentro, era más fácil esperar a restregarme. Es genial notar como me abre por dentro, quedando justo y tirante. Notarla despacio mientras gira dentro de mí es…

Entonces movió sus caderas hacia arriba hincándomela más adentro y abrió los ojos de golpe. Solté un grito y le di un guantazo suave.

Vamos, más ritmo.

Cabrón… Empezó a mover fuerte sus caderas.

Me puso a gemir como una loca y ahora sí que nos movimos con ganas los dos.

Eso es… Así mejor, ¿no? Esto es lo que necesitabas.

Yo solo me movía y gemía.


Umm ummm… Precioso. Esa carita me lo dice todo. 

5 comentarios:

  1. Estás hecha una perra caliente, el coño te arde.
    Cuantas pajas diarias caen????

    ResponderEliminar
  2. No te pregunto como estas porque ya veo estás divina y te lo pasas mejor chica, joder!!! cuantas aventuras ...pues yo si se la hubiera chupado a Alex a dúo contigo. -:) besitos

    ResponderEliminar
  3. Bien saciada como ves.

    jajaja, tú sin dudas, ¿eh? Me dejó de piedra. Ya veremos, porque este hombre tiene mucho por descubrir... Siempre me sorprende cada día más. Vaya morbazo.


    ResponderEliminar