lunes, 22 de enero de 2018

Nacho, Álex y yo-2

Íbamos en el tren hacia nuestro destino. Nerviosa y mirando sin mirar por la ventana.

Nacho me miraba, tranquilo y sin decir nada.

Le miré y nos quedamos con nuestras miradas entrelazadas durante unos segundos. Le sonreí y él me correspondió.

-¿Estás más tranquila?
-Parece que un poco. Después de dormir me he levantado de otra manera.
-Yo no he dormido a penas. Me puse nervioso jajaja.
-¿En serio?
-De verdad. Me dormí a las 4
-¡Pero si parece que estás fresco como una rosa!
-Es que soy un señor empresario, sé aparentar que estoy bien.
-jjajajajaaja

Casi todo el camino lo pasamos en silencio, salvo alguna conversación fugaz como esta. Yo me quedé dormida medio trayecto, así que se me pasó más rápido aún.

-¿Tú también has dormido?
-Media hora

Cogimos nuestro equipaje y salimos del vagón. Taxi y al hotel. Dejamos nuestras maletas en el armario y me tumbé en la cama.

-Pufff qué sueeeño. ¿A qué hora hemos quedado?
-Le estoy poniendo un whatsapp, me tiene que avisar él.

Él venía a nuestra habitación. Así tendríamos intimidad sin riesgos desde primera hora. Cuando le puso un whatsapp a Nacho de que estaba en camino ya empecé a ponerme nerviosa.

-Jajajajajaja. Por Dios… me voy a tener que poner celoso.
-Ayy no es eso. Es que…
-No te justifiques.

Me mira juguetón y suelta:

-A mí también me pone así de nervioso.

BUAH, cómo me encendió el muy listo. Me fui para él sin remediar comerle la boca con pasión. Ya soltaba ese tipo de cosas con frecuencia para ponerme de los nervios.

Entonces tocó a la puerta y le abrí yo.

Y me encontré a Álex, despeinado y atractivo.

Me quedé de hielo.

-Ho..hola.

Nacho se rió. Álex solo entre dientes y me contestó con un cariñoso buenos días.

Nos acercamos y nos fundimos en un beso tierno. Luego enseguida me cogió con más fuerza y el beso se volvió intenso.

-Mmmmm qué boca, joder.

Le abracé, él me seguía abrazando por la cintura con uno de sus brazos.

Mmmmm olía estupendamente. Ese olor familiar me puso a 100. Y le mordí el cuello justo cuando se estrechaba la mano con Nacho, diciendo ‘¿Qué pasa, tio?’

Me acaricia el pelo:

-¿Estaba ayer así también?
-Jajajaja hace mucho que no te ve.
-Y tú también.

Hubo un silencio, como estaba de espaldas no vi nada, pero creo que Nacho hizo algún gesto, porque Álex soltó una risita.

Me separé de inmediato y miré a Nacho.

Él me sonrió, como el que pone caras cuando no miras y cuando miras hace como que no hacía nada, pero sabes que sí.

-¡¡Oyee!!

Ambos se rieron.

Le hicimos pasar.

Esta vez estar con los dos en la misma habitación era diferente. Por mi parte había tensión, porque sabía que había algo entre ellos y no podía aguantarme de la emoción.

Le cogí la mano a Nacho y lo acerqué a Álex diciendo:

-¿No quieres saludarlo mejor? Tú también hace tiempo que no lo ves.
-jajajaja no tiene ganas ni na…

Nacho sonríe burlón y dice:

-¿Quieres ver cómo lo beso, no?

Antes de responderle vi como su expresión cambiaba, daba unos pasos adelante y, cogiéndolo de la nuca le daba un beso con lengua que me excitó a mí. Él le respondió y yo viéndoles besarse me puse aún más a mil.

Es que no sé cómo describirlo. Es algo que me da muchísimo morbo y encima verlos a ellos dos besándose fue impactantemente excitante.

-Madre miaa…
-mmmm Joder… Ven aquí anda.

Y se volvieron a besar.

Álex seguía abrazándome con la mitad de su cuerpo y con la otra mitad se besaba con Nacho.

Terminaron y se dedicaron unos segundos entre ellos. Sus miradas eran tan cálidas. Madre mía. No pude contener un jadeo.

Estaba petrificada. Ver que ellos dos, tan varoniles y mujeriegos, se besaban con esa conexión y erotismo hizo que los viese aún más atractivos.

Álex me miró y pasó la lengua por los labios, me besó. Y noté a Nacho agarrándome el culo.

-Seguro que ya estás excitada

Gemí entre ellos. No se equivocaba. Notaba cómo mi coño estaba empapado.  Les di un repaso visual a ambos buscando signos de que ellos estuvieran duros ya.

-Nena aquí la que se pone cachonda primero siempre eres tú.

Le quité el chaquetón, se lo di a Nacho. Luego la sudadera, que también se la di. Levanté su camiseta y fui besando, lamiendo, mordisqueando aquí y allá de su pecho. Álex terminó de quitarse la camiseta justo cuando yo me estaba arrodillando para morder su pubis antes de quitarle los pantalones. Entonces escuché a Nacho suspirar.

No quiero descuidarle a él. Así que me separo de Álex nada más desabrocharle el cinturón, miro a Nacho que me mira serio y con una ceja levantada. Cuando se pone así… Hay que prepararse porque se está poniendo cachondísimo. Le miro con expresión de viciosa y me lamo los labios mirándole el paquete.

Gateo hacia él. Él se está quitando ya la correa. Cuando llego hasta él, ansiosa de lamer, no me deja a mí desvestirle. Me hace un sonido que indica que espere y yo jadeando, veo como se abre bien el pantalón para que se la saque.

Él está caliente pero sé de buena mano que aún la puede tener más dura así que se la como con ganas. Nacho me agarra la cabeza y sigue mi ritmo.

Le meto las manos por debajo del pantalón para bajárselo y poder agarrarle bien el culo.

Su respiración y gemidos graves me encantan. No sé por qué no le noto como siempre, hay como una tensión distinta. Le miro con su polla metida toda en mi boca. Y él abre los ojos al notar que no sigo mamando.

-Sigue, niña.

Mamo despacito, pasando mi lengua a conciencia mientras le miro.

-Bufff ya basta. Ya le has dado mucho placer a él estos días. Encárgate de mí.

Su voz me pone la piel de gallina. Me agarra de los pelos y me quita de Nacho para ponerme frente a él, a la altura de sus pantalones.

Recupero el aliento y le miro. Tiene esa expresión en su cara tan chula. Pero ante mi expresión de fulana, se muerde el labio. Se señala con las palmas de las manos hacia sus pantalones.

Yo le sigo mirando a los ojos y comienzo a acariciarle desde donde llegan mis manos, recorriendo su cuerpo y hasta llegar a los vaqueros. Sigue como le dejé: con el cinturón desabrochado pero nada más.  Veo claramente cómo tiene la polla dura y la toco con mis manos.

-Ufffff ah…

Me muerdo el labio inferior. ¡¡¡Ya la quiero dentro!!!

Le dejo desnudo y me tomo unos segundos para saludar su polla con mis ojos. Madre mía, como me gusta esa polla. Tan grande y tan apetitosa. Lamo la punta despacio, porque su humedad me hace ser mala y dejar que me desee un rato más.

Antes de que vaya a decirme algo, le agarro la polla fuerte con una mano y me pongo a trabajarle con mi lengua la punta de su falo. Poco después ya me la estoy comiendo entera con muchas ganas.  

-Eso es… arggg me encanta. UFf como tú no me la consigue comer nadie…

Y de repente se corrige:

-Nadie que sea mujer.

Entonces eso me hace reír. Me la saco y reímos los 3.

Miro hacia atrás y me veo a Nacho, totalmente desnudo y sentado en uno de los sillones de la habitación: masturbándose.

Jadeo y gimo al verle así.

-Ya ya… No tienes que corregirte. A mí también me encanta cómo me la come ella por encima de todas las personas. 

Le dedica a Álex una mirada burlona y le miro yo también.

-Pues yo no sabría elegir. Por eso me quedo con las dos.

Dije para calmar el ambiente. ¡Estaba tan nerviosa!

Álex bajó la mirada a mis ojos y ambos se rieron.

-No hay malos rollos entre nosotros, tranquiiila. Te veo tan nerviosa… ufff me encanta.

Se la lamo para que no se baje. Miro a Nacho, me pone mucho ver cómo se toca. Y saber que la escena le gusta, más aún. Sin darme cuenta empiezo a moverme para llegar a él cuando Álex me coge y me coloca de nuevo frente a su polla:

-Aquí es donde tienes que seguir mamando, zorra.

Me la comí sin rechistar.

Mientras lo hacía pensé en sus palabras. Un momento, un momento… ¡¡¿Entonces se la han comido mutuamente???!!! AI por favorrr… Empecé a mover las caderas y a respirar un poco mal.

Moví una de mis manos para tocarme.

-No te toques.

Me quejé.

-Estaba tardando mucho.
-Mmmm tú sigue comiéndomela.

Me despego de él un poco:

-Nacho.. los… los condones.

Álex me mete la punta en la boca para que siga.

Oigo que se levanta Nacho y me pasa la punta de su pie por mi coño. Me sobre salta y me hace gemir.

Paro. Me levanto y me quito los pantalones.

-No puedo más.

Álex me quita la camisa, desesperado, y luego me levanta el sujetador dejando fuera mis pechos. Con ansia me los coge y los amasa como quiere. Ahora dejaban en claro que se estaban reprimiendo.

Me daba coraje que no me quitasen bien el sujetador. LE dije que se esperase, pero él me decía que callara. Fue Nacho, al ponerse a mis espaldas, el que me lo terminó de quitar.

-Ahora puedes disfrutar, niña.
-Mmmm gracias… Bésame, Nacho.

Le cogí la cabeza echando mi brazo hacia atrás para atraerme a mi cuello. Él me lo empezó a lamer. Sentir la lengua caliente de un hombre sobre la piel es, ¡tan placentero!

Sus manos cogían mis caderas y las acariciaban arriba y abajo. Álex me comía las tetas y yo intentaba poner alguna de sus piernas entre las mías para buscar el roce. Pero no podía ser, al agacharse a comérmelas se alejaba un pelin con el cuerpo.

Entonces empecé a mover mis caderas pegando el culo a la polla de Nacho. Bajando y subiendo para notarla en la raja de mi culo. Inclinándome también ligeramente hacia delante para rozarlo con el coño.

En una de esas, Álex se incorporó y justo Nacho me apretaba contra él.

Gemí y me seguí moviendo contra él, arriba y abajo, mirando a Álex. Le cogí la polla con una mano.

-Fóllame

Me comió la boca tras mirarme con esa sonrisa lasciva que tanto me gusta ver. Y bajó su mano hasta mis bragas. Apretó mi coño comprobando, por encima de la tela, lo húmeda que estaba.

Me tocaba, movía sus dedos, presionaba, los volvía a mover, incluso los metió en mi coño lo que le dejaba la tela. Yo gemía, ronroneaba, gemía más fuerte, más largo, más corto, oh Dios… Necesitaba polla. ¡Y tenía dos a elegir!

-Madre mía tienes esto encharcado.
-Huele un montón. Me encanta, qué ganas de comerle el coño de zorra que tiene.
-Pero es increíble, ¿eh? Escucha, Nacho.

Mete los dedos en mi coño directamente, pasándolos por detrás de las bragas. Gimo aún más fuerte y los tres escuchamos como mi coño chapotea.

Me pego a su boca y le vuelvo a decir que me folle.

Nacho me insta a abrir las piernas a la vez que me baja las bragas. Pega la punta de su polla a mi coño, me inclino instintivamente. Pasa su punta por la entrada de mi coño y me hace jadear de ganas.

-Si no te la follas, me la follo yo.
-Ni de coña.

Álex hace que de un paso hacia delante y luego con fuerza controlada empuja a Nacho al sillón. Me da la vuelta y me baja las bragas hasta quitármelas del todo.  Me acerca para que me apoye en los brazos del sillón, me pone el culo en pompa y me da un azote.

-Hoy estreno yo tu coño.

Me hace esperar unos segundos mientras se pone el preservativo. Y yo, ansiosa le digo que se dé prisa.

Abro más mis piernas y arqueo mi espalda para ser lo más sexy del mundo.

Nacho sonríe por la reacción de Álex y por las vistas que tiene.

Noto las manos de Álex en mi culo, lo acaricia. Yo le insulto y le digo que corra.

Me abre bien para meter su polla. La hinca en la entrada de mi coño y la mete despacio.

-oooh…ohh mmm MÁS.
-¿Más?
-¡¡Más adentro!!

Sigue entrando despacio. Me abre con cautela mientras yo gimo y jadeo deseando que me dé fuerte. Él también gime mientras entra por mi apretado y lubricado coño.

El último trozo de polla me lo hinca fuerte. Y yo grito.

-¿Pues no lo querías fuerte?

Me empieza a dar con fuerza. Por fin le tengo dentro, joder.

-Oh..siii…siiii o sí, máaas. Mmm siii

Miro a Nacho, que se sigue masturbando, y yo me relamo.

-Pronto la tendrás también, ansiosa.

Le sonrío como una puta, le pongo morritos, y me muerdo el labio inferior.

-Menuda cara que me está poniendo Álex.
-¿Cara de putón?
-Seh, la muy zorra sabe cómo nos gusta.

Me empieza a dar más fuerte y ya no pongo caras, solo de placer. Disfruto de lo que me da.

-¿A que…ya… no pone.. la misma cara..mm uff, mmm?
-jajaja no. Pero sigue como una perra.

Escucharlos hablar de mí de esa manera, más me gustaba. ME gusta ser una guarra entre sus brazos. Ser la puta de los dos. Que me traten con respeto y con codicia al mismo tiempo. Jugar con ellos y tomarlos como me da la gana y que a ellos también le encante. Ellos habían hablado entre ellos, pero yo también tenía pensado dejarlos sin respiración y follármelos hasta dejarlos locos.


Así me corrí en el primer asalto con estos dos hombres fabulosos. 

4 comentarios:

  1. Uhmmmm. A ver como sigue la orgía, tiene buena pinta.

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    1. ufff brutal. Fué brutal. Y es que cada vez que me pongo a recordarlo me pongo tan caliente... Que no lo escribo.

      Imagínate. Después de escribir sin tocarme, acabo inundada.

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  2. Ya le tomaste el gusto al trío, me gustaría ver esa cara que pones, ea sonrisa que dices como una puta y con morritos mmmm ;)

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    1. Los tríos me gustan según con quién. La mayoría de las veces prefiero disfrutar de un hombre entero para mí.

      Seguro que mi sonrisa le pondría nervioso.

      Un beso, Dominus.

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