No recuerdo exactamente qué le dije. Estábamos en su cocina. Fue para provocarle. Él dejó la taza sobre la encimera. Y me miró. Le ardían los ojos. Se fue acercando a mí paso a paso hasta acorralarme contra la pared.
Una mano fue a parar a mi cuello con suavidad. La otra se deslizó a mi cintura y mi culo. Me susurró al oído:
-Zorra…
Agarrándome muy fuerte el culo yo gemí y traté de apartar la mano de mi cuello. Él la subió a mi cara y me hizo mirarle.
Le acerqué a mi cuerpo.
-Mmm…
-¿Notas mi polla? ¿La quieres?
-¡¡¡¡Sssíiii!!!!
Me comió la boca apasionadamente, seguía sujetándome con fuerza.
Lamió mi cuello, sentía su respiración. Seguía besando.
Bajé mi mano hasta su polla y agarré. Él gimió. Me puse a quitarle la ropa entre deseo, miradas intensas y caricias. Y cuando ya sólo quedaban sus calzoncillos me relamí deseando saborearle. Su polla dura y humedecida estaba ahí ante mis ojos. Fui a lamerme cuando el idiota me agarró de los pelos y tiró hacia atrás. Me quejé y él sonrió vengativo.
-Levanta del suelo.
Me llevó a su cuarto y allí me puso bien rabiosa.
-Quítate toda la ropa para mí. Lentamente. Las braguitas de zorrita sexy para el final.
Y así lo hice.
-¿Cómo sabes si llevo algo sexy?
Él siguió en silencio hasta que me bajé las bragas y ahí me detuvo. Yo agachada con mis manos por la pantorrilla, mi coño y culo bien expuestos para él.
Me abre las nalgas. Luego los labios mayores. Inspeccionando. Me acaricia los muslos. Deja que su falo roce mi coño deseoso. Uff….
Y yo aguanto sin quejarme. Menudo idiota… Le deseo ya.
-Termina de quitártelas.
Las coge y las tira a la cama.
-Ahora quiero que te pongas como cuando me enseñaste tu coño en el parking. Aquí.
Delante de su espejo del cuarto. De esos que te ves el cuerpo entero. Me vi con la cara colorada y él detrás, esperando con los brazos cruzados.
Me incliné ligeramente, abrí las piernas y me abrí para él. Para enseñarle lo cachonda que estaba. Se acercó y me dio un azote en el coño.
-¡Ah!
Otro. Me mete un dedo en el coño. Lo saca. Y otro más. Me agarra las caderas y se frota contra mí. Me retuerzo y gimo, suplicante. Notar su polla dura por mis zonas sensibles es demasiado…
Me abraza con una mano y con la derecha me hace mirar al espejo.
Me susurra al oído:
-Tú, zorrita, que buscas mi polla, te vistes bien para tu hombre.
-Por favor, fóllame..
-Mírate a los ojos y di que estás bien perra.
Lo hice.
-Di que eres una puta deseosa de mi polla.
Lo hice.
Aquí empieza a masajear al fin mis tetas y yo pierdo aún más la compostura.
-Por favor… ¡¡¡¡reviéntame con tus pollazos!!!
Me giré a él y le besé llevándolo a su cama y tirándolo en ella. Yo como loba me subí encima dispuesta a cabalgarle. Pensé que me lo impediría pero no. Me clavé en él despacio abriéndome hasta meterla toda dentro de mí. Gemí de felicidad y gusto. Su cara decía que estaba en la gloria pero aún no gemía para mí.
Quise empezar a moverme lentamente cuando movió sus caderas hincándomela.
-¡¡AH!!
Me agarró las caderas y me hizo salir de él.
-Noooo, noo, noo. Por favorrr...mmmm
Se puso encima callándome con un beso. Me separó las piernas y me agarró las muñecas por encima de mi cabeza.
Bajó a comerme el coño. Le encanta saborearme.
-¡¡NOOO!! ¡¡Tu POLLA!!!
Me muerde el clítoris y yo gimo: Mezcla de dolor y placer.
Sube una pierna a su hombro y me penetra hasta el fondo.
-Mmmmm síii.
Su sonrisa me dice que aún no ha parado de atormentarme.
La saca suave, la mete suave. La saca casi del todo y la vuelve a meter. Y yo ya desesperada a punto de gritar.
Y grité. Pero de la embestida que me dió. Y ya no paró. Golpes secos, firmes, algunos hasta el fondo, otros no. Y no podía predecir cuándo serían. Me subió las dos piernas y siguieron sus movimientos. Me llevó al orgasmo. De estos increíbles que parecen no tener final porque no terminas de llegar del todo. Ufff… Él se corrió con los espasmos míos y entonces por fin llegué yo notando los suyos.
-No...ssalga...s de mí.
-Zorrita… ah..ah.. Esto no termina aquí.
Después de otro asalto más y de estar con caricias, besos, risas,...
Se puso serio de nuevo y me dijo:
-Ahora vas a gatear como la gatita que eres para traer toda mi ropa hasta aquí.
-¿¿¿Quééé???
Me come la boca, me magrea los pechos y baja una mano a mi coño.
-Si quieres sentirme otra vez aquí…-mete dos dedos o tres.
-Ahhh...mm…
-Las vas a traer en la boca.
Lo miré con rabia. Y se rió.
-Venga va.. Te ayudo con la mitad. Y te daré un premio.
Lo hice. Aquel juego me ponía a mil. Y a él también.
-Ven aquí. Te voy a comer ese culazo.
Fui sin dudar. Tan rápido que se rió el idiota.
Uff qué buena comida me dió. Bajando a genitales y alternando. Mordiendo, dando palmadas, pellizquitos suaves,...mmmm.
-La zorrita no para de gemir.
-¿Me vas a dar por detrás?
-¿Quieres?
Le miro y asiento. Y se pone a estimularme. Poco a poco. Metiendo un dedo, dos… Haciendo círculos, moviéndolos con destreza. En este punto yo lo quería por los dos lados.
Busqué con mis caderas su polla y ¡¡claro que estaba ya duro!! Me restregué y él se rió.
-Necesitas también aquí, ¿no?
Mete la otra mano en mi coño. Qué gustazo.
-Aaaammmm, ¡¡sííí!! Así…
Entonces se quita lentamente diciéndome que espere un segundo.
-Jooo
-Calla, perrita. Ya verás.
Coge algo de un cajón….Uff… Un plug que lame. Moja en mis fluidos y coloca en mi culo poco a poco. Me muevo al sentirme extraña con él dentro y detiene mis caderas.
-SSSSh… Ahora viene lo mejor.
La mete en mi coño y empieza a bombear. Me volvió loca.