Me
imagino en el sofá de nuestro salón contigo. Llega la hora de dormir y tú te
levantas, me tiendes la mano, yo la recibo con gusto y lo utilizo de apoyo para
levantarme. Entonces tú me llevas de la manita a nuestro dormitorio y nos
acostamos. Acurrucándonos cómodamente dentro de la cama, cara a cara. Y una vez
asentados los dos, nos sonreímos, y poco después nos acercamos el uno con el
otro.
Tus
manos, la mar de cálidas, me tocan la cara y me derrites con tu morar….
Y
pierdo la compostura. En mi interior me vuelvo muy pequeñita. Sólo tengo
sentidos y ojos para ti. Para verte. Para observarte. Eres tan guapo.
MI
GUAPO
Y
entonces me acerco un poco más a tu boca, quedando unos centímetros más abajo,
a la altura de tu barbilla. Echo la cabeza levemente hacia atrás y separo los
labios.
Tú
no dejas de observarme, firme. Y yo miro tus labios luego me encuentro con tus preciosos ojos
llenos de amor.
Pongo
pucheritos sexies y te pido un beso con desesperación fingida.
Sonríes
y me besas.
-Te
quiero bonita.
Sonrío
de oreja a oreja.
-¡¡Y
yo a ti!!... ¿me das otro? :3
-Jejeje.
Infinitos.
No
sé en qué beso caí dormida con el calor de sus labios en los míos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario