Septiembre 2012
De cachondeo
con tus amigos, un local heavy, él aparece por allí. Tú le deseas pero te haces
la loca y sigues “tan normal”. Él busca provocarte, “ganar el juego”. De
cervecitas, todos hablando con todos (los conozcas de antes o no) de que si la
gravedad depende de la masa, que si otro dice que no, de manifas, de que si el
hermano del amigo de no se quién…risas, buen rollo y de repente…te cruzas con
su mirada y la mantenéis. Sonríes picarona, él sigue con cara de poker. Te
llaman la atención y sigues hablando normal, controlando la situación. Que no
se de cuenta que tu entrepierna siente un leve hormigueo, que entre comentarios
y risas de tus amigos, tu imaginación le desnuda poco a poco. Recobras la
cordura y dejas todo eso de lado. Inocentemente te levantas a por una cerveza.
Hay mucha gente en la barra y la camarera se entretiene con otro cliente. A
punto de volver fuera y pasar de la birra sientes unas manos grandes deslizarse
de tus caderas a tu cintura. Justo detrás de ti está él. Notas su cuerpo, sus manos.
-¿Me echas
una mano?-dices como si nada. Pero él sabe que le deseas, sabe que estás
intentando controlar tus emociones, sabe que pretendes aparentar normalidad
pero que por dentro eres un manojo de nervios. Lo sabe todo.
-¿Dónde
quieres mis manos, nena?-dice mientras te abraza desde atrás, acercando su boca
a tu oreja. Se te eriza la piel y no puedes moverte.
Justo cuando
menos quieres abrir la boca, la camarera te atiende:
-¡U-una
cerveza, por favor! –Pretendes decirlo decidida, pero se te resquebraja la voz.
Oyes su risita burlona pero no te dice nada.
Te aprieta
contra él un segundo, te da un beso en el cuello y, cogiendo tu cerveza, se va
para fuera. Le sigues, pero para cuando tú sales…ves como bebe un buche, la deja
en la mesa y va hacia ti.
Te coge de la
mano y te lleva a un sitio a parte. Sabes que no te conviene, que deberías
alejarte, pero no lo haces.
Te zafas de
su mano y vas de vuelta a las mesas, pero…
Estás cara a
la pared, apoyando tus manos en ella para no apoyar la cara directamente. Ahora
sí que está completamente pegado a ti, sujetándote. Tus piernas entre las
suyas.
Sus labios se
dirigen a uno de tus hombros y roza tu piel lentamente subiendo por tu cuello
hasta tu oreja y susurra:
-Deja de
fingir…voy a arrancarte tus gemidos con mi lengua y lo sabes.
Te abruma su
sabiduría, su saber llevar las situaciones, que te lleve a hacer lo que él
quiere. Intentas controlar tu respiración pero una de sus manos aprisiona uno
de tus pechos. Jadeas.
-¿Primero con
mi lengua y mis dedos…luego con mi polla? ¿Qué quieres? Pídemelo.
Se queda
cerca de tu cuello, sientes su cálido aliento, la compostura que mantiene, el
calor que desprende su cuerpo y…toda su dureza al final de tu espalda.
Le miras y él
lo hace decidido, seguro de sí mismo. No vas a admitirlo, pero eso te excita
más.
Te besa
lentamente el lóbulo de la oreja y lo mordisquea. Entre medio, con la voz más
sensual que te puedan soltar oyes:
-Me pones.
Y vuelves a
caer de nuevo.
Se cae porque también quieres caer y ante ese juego donde lleva la ventaja de saber(te) más aún.
ResponderEliminarBesos donde te gustan
¿Cómo no voy a dejarme arrastrar por el hombre más morboso y seductor oscuro del Universo? Es casi imposible.
EliminarQuando cair é significado de voar... :)
ResponderEliminarBuff.. tienes toda la razón.
EliminarVaya, vaya, ¿contra la pared? y no te bajo el vestido y te quito el tanga....osea que era sábado y te arrastraste ¿sucedió? cada día te quiero más -;)
ResponderEliminarYo no veo dónde me arrastré. Él me hizo caer en su perdición.
EliminarSabe excitarme sólo con su presencia.
uii, gracias!
P.D.: Me ha pasado una cosa graciosa. He puesto un "asddfg" sin sentido en una conversación y cuando me he dado cuenta, ponía: kkkkasmda .
jajaja Sin querer puse tu nick.
Un besito.
ummm me alegra saber tu subconsciente te traiciona bonita "si tú supieras" ;)
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