Estábamos en la recepción del
hostal, le dije que diera su DNI porque lo tenían de una vez hace ya unos
cuantos años. Pagamos y subimos a la habitación.
-¿No es esta la misma de aquella vez?
-Ostras… Pues creo que sí que es la misma
Cerré la puerta con la llave y la dejé encima de una mesita de
noche. Pero antes de que pudiese darme tiempo a nada, él se acercó por detrás,
me acarició el muslo izquierdo y subió hasta mi culo, agarrándolo fuerte y
colocando su otra mano en mi cintura.
Su lengua me
recorrió el cuello, a la vez que mordisqueaba y lo besaba. Cerca de mi oreja me
suelta:
-Ya no nos andamos con rodeos, ¿ehn?
-Para qué retrasar la intención que tenemos
Me mordió el lóbulo de la oreja, sus manos sobaban mi culo y mis
muslos sin parar. Seguía excitándome dedicándose a mi cuello mientras me
soltaba joyitas al oído. Provocando a mi coño más y más.
-Así que
quieres que te azote, ¿eh?- me dijo apartándose un poco.
Entonces me
doy la vuelta, apoyándome contra la puerta y con cara de zorrita indiscreta le
digo:
-Sí, porque
he sido muy mala y nadie me castiga.
Le cojo de
las caderas y lo estrecho contra mí, mirándolo a los ojos deseosos de follarme.
Me acerco para darle un lametón en los labios, que queda prácticamente en
el aire, pero consigo que se acerque a mi boca, así que le doy uno de verdad.
Echó el aire de sus pulmones, iba a atacarme en cuestión de segundos. Volví a
acercar mi boca con toda la intención de comérsela en condiciones. Y así nos
desenfrenamos.
Besos
lujuriosos y apasionados, llenos de deseo, de ganas... Me vuelve loca cuando me
coge la cara con sus manos para no consentir despegarme de sus labios si él no
quiere. Y le empiezo a acariciar todo su torso. Ufff... Cómo me pone.
Se despega
de mí un momento y me dice, pasándome el dedo gordo por el hilo de saliva que
ha quedado en mi labio:
-Menudas
ganas me traes... ¿Tanto me deseabas?
Le miro la
boca e intento acercarme pero me retiene, se acerca él a mi boca; Hace que va a
besarme pero se retira unos centímetros de nuevo:
-Dí.
-Te deseo,
me tienes muy perra
Le paso mis
manos por detrás de su nuca y le obligo a acercarse a mi boca.
Seguimos los
besos fogosos. Pero yo ya quiero sentir piel contra piel. De hecho, quiero su
polla dentro.
Bajé mis
manos hasta su paquete duro y jadeé en su boca. Quise decirle algo pero me
estaba atormentando con sus besos, haciéndome esperar. Giré mi cara y siguió
comiéndome el cuello con una risita de maldad. Fue bajando sus manos hasta mi
culo, agarrándome bien fuerte.
-Quiero
estoo
-Ahí lo
tienes, ¿no? Es tuyo
-Por
favor... no puedo más.
-Es toda
para ti, adelante.
Le quité el
botón y la cremallera, me disponía a meterle la mano por dentro cuando se
retiró de mí y me volvió a poner de espaldas a él.
¡Hijo de
puta!
Se rió y se
acercó a mi oído derecho:
-Resulta que
hoy estoy más que juguetón. Vas a dejar las manitas apoyadas en la puerta sin
moverte. Vamos.
Le hice
caso. Entonces escuché cómo se quitaba el pantalón y los gallumbos. Se pegó de
nuevo a mí, haciéndome sentir su polla durísima en mi espalda, y meneándola, la
hizo pasar por mi culo.
-A ver...sé
buena y ábrete los cachetes.
Le hice caso. Le dejé mi ano a la
vista y empezó a frotarse contra él. Enseguida gemí y mi cuerpo se estremecía
cada vez que su rabo me rozaba esa zona.
-Si es que
no tienes remedio, joder... UFFFF... ¿A veeer????
Deja de
frotarse y entonces noto sus manos en mis muslos, se arrodilla ante mí y le
oigo decir:
-Madre
mía... ¡¡pues sí que estás cachonda, te chorrea el flujo, zorra!!!
Suspiré al
pensarme vista desde su perspectiva.
-Te lo he
dicho...
-Calla y
sigue abriéndote el culo
Joder…
cabrón.
Me coge de
la zona donde muslos y culo se unen y me come vivaa. Uffff su lengua caliente
comiéndome el culo hicieron que mis piernas perdieran su fuerza.
-Tsss
aguanta. De hecho, vamos, ponte más en pompa. Eeeso es, así, así.
Y empezó a
comerme con igual fuerza el coño.
Estaba
empapadísima, y su lengua no tenía compasión.
Me estaba
resbalando y se lo dije, pero siguió. Aparté mis manos del culo para sujetarme
a la puerta. Para y se levanta, no sin meterme dos dedos de una vez en mi
coño.
-Aquí están
pidiendo polla
Me da la
vuelta, le miro la polla y se me escapa un gemido. Por Dios... ¿Cómo se
aguanta? ¡Si a él también le va a explotar! No me deja mirarla mucho, levanta
mi cara y me come la boca de nuevo. Esta vez con sabor a mi sexo.
Me va
llevando a la cama hasta que doy con ella en las piernas. Se separa y me empuja
despacito hacia atrás. Me termino de subir a la cama y me abro de
piernas.
Me mira
entera y se quita la camiseta.
-Fóllame
Me mira con
ojos cada vez más viciosos y en menos de lo que puedo contar, empieza a
metérmela. Despacio, para que vaya notándola toda entera.
Oh Dios...
Era terminar un sufrimiento, por la espera de ser rellenada, y empezando uno
nuevo...
-Rápido,
dame rápido, muévete, vamoss-Le dije
moviendo mis caderas.
Me embiste
hasta el fondo y grito.
-¿Hasta aquí
la quieres, cerda?
Gimo y un
grandísimo hormigueo me cubre los muslos, me adapto a tenerle dentro mientras
él la saca un poquito y me vuelve a embestir a lo bestia unas veces más
mientras me hace la misma pregunta.
Consigo
decirle que sí, la saca casi del todo y la vuelve a meter.
Me folla a
ritmo y no puedo hacer más nada que gemir y pedirle más.
-Aquí no
mueves las caderas, ¿ehn?
-Aghh… no me
da tiempo!!
-¿Quieres
que vaya más lento?
-No, nono,
por favor
-Venga,
mueve las caderas.
Balbuceo
algo ininteligible mientras intento ir a su ritmo bestial.
-Vamos,
adáptate.
La rotación
de mis caderas combinadas con sus embestidas me vuelve más loca aún. De repente
se para dentro, aunque yo ralentizo mis movimientos, no paro.
-Termina de
quitarte la ropa, me estoy perdiendo el movimiento de tus tetas.
Quitada la
camiseta, le dije que el sujetador le toca a él.
Se acercó a
mi oreja:
-No me
toques los cojones que yo ahora mismo te lo arranco
-Pues
arráncalo y sigue follándome, joder.
En cuestión
de segundos volvía a embestirme con energía.
Este tío
tiene una fuerza en las caderas y en las piernas que es inigualable. Me iba a
correr, me corrí y él siguió envistiendo.
-Ufff me
corro
-Vale
Notar su
polla escupiendo semen, dura aún dentro de mí, cuando yo me había corrido hacía
poquísimos minutos es una delicia extrema.
....Y ese
fue el primer asalto.
Ese culo tan bien lamido y comido, con el lubricante de su saliva...y no es utilizado??? Uissss
ResponderEliminarJajajaja sé de uno que me la hubiera hincado hasta el fondo sin miramientos, ¿ehn? Pero él me dejó con las ganas. Quería que lo desease más y más el muy....malo.
EliminarPrimer asalto casi para dejarte KO. ¿Y el segundo cómo será? Besos donde ya sabes.
ResponderEliminarGracias, Dominus.
EliminarUff sí que me dejó K.O., sí. Aunque después tampoco se quedó nada corto el muchacho!
;)