En su cama, casi desnuda, con unas braguitas semi transparentes de las que sé que le vuelven loco, remoloneando entre sus sábanas. Veo que él, desnudo, de pie frente a su escritorio, mira unos documentos. Los deja y me mira.
-Uffff
Sonrío. Me estiro y suspiro.
Él se pasa unos pocos minutos mirándome a los ojos. Yo no soy capaz de mantener la mirada tanto tiempo y voy de sus ojos a su cuerpo, a sus ojos, a su cuello, a su boca… Me muerdo el labio sin pensar y me revuelvo sensualmente.
Él se ríe suave y vuelve a la cama.
Notar su cuerpo tumbarse a mi lado, su calor, su fragancia, me despierta un total deseo por él.
Me giro para quedarme cara a cara con él y le beso.
Él enreda los dedos en mi pelo y me devuelve el beso con sensualidad.
Nuestros cuerpos pegados. Calentándose. Despertando hormigueos el uno en el otro.
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