Tumbados en mi cama, después del segundo asalto y ya
completamente desnudos.
Él me acariciaba. Estábamos en silencio.
Menudo estaba hecho.
Entonces le miré e incorporándome un poco me apoyé en su
pecho dándome cuenta de que al cuello llevaba una cadena dorada con una cruz.
No la toqué, pero la miré y luego a él.
-Me la regaló mi chica, la llevo siempre puesta. Es algo nuestro.
-Jajajaja ¡¡tendrás poca
vergüenza!!
Empiezo a mirarlo con mirada de volver a comérmelo entero y
muevo mi cuerpo rozándome con el suyo.
Me da un azote y me suelta:
-¿Y tú?
-Yo estoy soltera y hago lo que
me da la gana.
Su cara, de burla total, me encendió.
Se iba acomodando para que pudiese ponerme de nuevo encima
de su polla; y a la vez me agarró de la nuca acercándome a su boca:
-¿Y si no tuvieras novio? ¿Y estuvieras sola con este calentón…
qué? ¿Acaso no me hubieras llamado igualmente?
Jadeé, toqué su polla ya dura de nuevo. Envidio a la zorra
de su novia, no puede tener quejas de aguante.
Nos besamos con energía. Me instó a hincarme de nuevo, yo
notaba ya mis piernas cansadas. Moví mis caderas adelante y atrás, a los lados,
frotándome contra él sin subir y bajar.
Me tiró del pelo y arañó un poco mi espalda.
-¡¡Ah!! Mamón… ahh... mmm
-Vamos, bota.
Seguí haciéndolo como yo quería.
-Bota te he dicho.
-A… Así me gusta.
-No lo dudo, pero quiero verte botar. Vamos.
Joder, no puedo decirle que no y empiezo a hacerlo.
-Me encanta ver así el
movimiento de tus tetas.
Joputa. Cerré los ojos y me centré en el placer.
Él movió sus caderas a la misma vez que yo, intensificando
mi placer.
-Eso es. Dámelo, niña. Dámelo.
Después de correrme, caí encima de él. Él aún dentro duro,
yo seguí moviendo mis caderas suavemente. Ufff me encanta llegar y que sigan
dentro durísimo. No es fácil encontrar a un hombre que se corra después. Y es… mmmm
maravilloso. Mi cuerpo le recordó enseguida.
Me resulta tan impactante.
Me agarró el culo con ambas manos. Amasándolo como a mí me
gusta. De vez en cuando me apretaba contra él y yo soltaba un grito controlado,
me llegaba tan adentro…
-Aún no me he corrido. ¿En tu fantasía me comías la polla?
-Jajajajaja sí, y no te imaginas
como.
Si él supiera. Más tarde tendría que contarle mis fantasías.
Qué rico su falo, es de esas pocas pollas perfectas a las
que me encanta dedicarme. Lamiendo entera, succionando, saboreando, con
sacudidas fuertes de vez en cuando, luego lento de nuevo.
Me deja hacer a mi antojo, pero llega un punto en el que sé
que quiere más. Le miro a los ojos, aún cerrados:
-¿Quieres follarme?
Lamo en pequeños círculos y despacio su punta. Él abre los
ojos y suspira.
Se incorpora apoyando los antebrazos en la cama. Abre más
sus piernas mientras yo, mirándole a los
ojos empiezo a darle besos por esa
zona.
Lleva una de sus manos a su pecho para acariciarse y luego
seguir por su abdomen, su pierna y cuando menos me lo espero me empuja fuerte
la cabeza para que me coma su verga.
Me quejo por la sorpresa.
-Cómetela. Usa tu lengua, vamos. Vamos.
Tengo el coño ardiendo, no sé si quiere que me la trague o
me rellenará de nuevo. Esa inquietud me hace torpe.
Mantiene su mano en mi cabeza, empujando para que no me
separe.
-Aquí, usa tu lengua.
Se lo hago como a él le gusta, como ya me enseñó una vez y
en unos segundos quita la mano. Me retiro unos milímetros, los justos que me
permiten respirar mejor y sigo. Cada vez con más intensidad.
-Eres una diosa, niña.
Escuchar eso me recorre entera. Me encanta y lo dice de
verdad. Dejo su polla para echarme encima suya, besándole, nos manoseamos a
toda velocidad. Y él me pone de lado.
-Vamos, levanta.
Me besa por la oreja, el cuello, me muerde, me agarra el
pecho con fuerza, con determinación y me susurra al oído: Vamos di, ¿acaso no
me llamarías igualmente estando en pareja?
Me lame, muerde el lóbulo mientras sigue manoseando mi
cuerpo, agarra el muslo lo suelta, agarra el culo, me va levantando la pierna
para rozar su polla por mi culo, por mi coño por abajo.
Jadeé e iba gimiendo, por Dios quería que la metiera ya.
Otra vez agarrándome el pecho y moviéndolo en círculos.
Agarrándolo fuerte, soltando toda su fuerza sobre él hasta hacerme gritar.
-Fóllameee
Dije e intenté ponerme a 4, él no dejó que me moviera,
manteniéndome de lado. Puso su punta en mi entrada y jugó a desesperarme.
Buscó con su otra mano mi otro pecho y se agarró bien a él:
-Que me lo admitas, zorra. Dime que me llamarías en cualquier
circunstancia.
El aliento en mi nuca, ese insulto en un susurro. Cada vez
me sentía más embriagada.
-Sí. –jadeo- Te lla… -jadeo- …maría.
-Levanta y no bajes la pierna.
Me sujeté mi propia pierna mientras él me la metía despacio
y me encajaba en su cuerpo.
Me quise mover y me pellizcó un pezón.
-Aquí me muevo yo, y tú recibes. Así que quietecita.
Me quejé, con la respiración agitada. Y él me siguió
comiendo el cuello un poco más.
-¿Entonces me llamarías aun con novio?
Movía sus caderas a ritmo, cogiéndome del culo para poder meterse
más en mí.
-Siiií
-¿Aun estando a punto de casarte?- me susurraba seductor al
oído mientras se movía sensualmente por mi interior, yo gemía y me dejaba
hacer.
-S..síi…
-¿¿Aún a punto de casarte???
-¡¡Sí!!
-Puta. Te parecerá bonito decir algo así…-gimió, le estaba
encantando oírlo.
Me la hincó fuerte de una vez y rápido durante unos minutos.
Estuve a punto de correrme, pero no llegué porque bajó el ritmo de nuevo.
-Noo… no... siguee.
-Shhh, caállate. A una zorrita como tú hay que saber manejarla.
Estaba cansadísima, así que bajé mi pierna. No aguantaba
más.
Él la agarró y volvió a levantarla. Sentir su fuerza
agarrando mis mulos y follándome me hizo
perder más el sentido. Ya sí que tenía un ritmo cada vez más rápido. Cuando me
di cuenta estaba de rodillas en la cama follándome como con mi pierna en su
hombro. Dándome fuerte y sin parar.
-Vamos, córrete.
Quería más. Sentir más y más.
No paraba de gemir, recibir y babear.
Bajó a lamerme los
labios y a decirme: No tienes remedio.
Le miré ansiosa.
-Por favor… dame como antes…
Estaba llegando y ahora no.
Giró la cabeza sopesando si darme lo que quería o no.
-¿La próxima por el culo?
Me hizo reír, será cabrón. Le dije que sí e hizo que me
corriera como quería.
Pues con todo, no llego a terminar.
-Joder… ¿Tú aún no?
-Luego las mujeres os quejáis de que no aguantan los hombres.
-Pero es que ya esto es…
Sacó su polla rápido.
-Me queda poco, pero en esta postura hoy no sé por qué no me corro.
Fui a mamársela y me paró.
-Hemos dicho por el culo.
-Un poquito… Déjame saborearte,
por favor…
Suspiró y me dejó hacer. Se la comí tan ricamente que en
menos de 3 minutos se estaba corriendo en mi boca. Me lo tragué sin queja
alguna.
Quedándose bien a gusto se adormiló tras la corrida. Yo me
puse de nuevo a su lado y nos eché las sábanas por encima. Madre mía, qué bueno
está. Encima bueno en la cama, si es que tendría que estar conmigo, jajaja.
Pero no, no encajaríamos bien como pareja.
La novia no sé yo si lo exprimirá como merece en la cama.
Quizás por eso está aquí. Porque no es así. Aais… Qué nos encanta echarnos
flores. Me gusta saber que nos une sexualmente algo distinto a lo que tenga con
otras mujeres.
De repente se espabila.
-Al final no te he dado por el culo.
-Jajajajaja ¡habrá ocasiones!
Me toqué para ver cómo estaba. Me hacía pis pero no tenía
ganas de salir de la cama. Me puse boca abajo, con la cabeza en la almohada
mirándole a él. Él se puso de lado mirándome.
-Pedazo de asaltos, ¿ehn?
-Pff jajajaja, sí. Grandiosos.
Alargó su mano para tocarme por la raja del culo.
Me acercó a él, pegándome a su cuerpo para acceder mejor.
Usando sus dos manos para separar nalga y con otra mano tocarme el ano.
Me revolví un poco soltando sonidos que no se sabían si eran
quejas o aceptación. No lo sabía ni yo.
No tenía ganas por detrás, pero me encanta que me toquen sea
cuando sea. Ufff es tan rico.
-Ay, joder… te me has escapado.
-jejejeje. Que nooo, que ya lo
catarás.
-Déjame que te coma el culo al menos.
-¡Por supuesto!
-Jajajaja no te vuelve loca ni nada… Niña.
-Joe que no soy una niña.
Se rió entre dientes, abrazándome contra él.
-siempre vas a ser la niña, asúmelo ya. Además te digo lo que me
sale de las narices y tú a callar.
-oooyeeee.
Me da un pellizco en el culo.
-Ah!! No hagas eso!!
-jajajaj. Quejica. Si es que
eres una niña.
-Las niñas no comen pollas de
esa manera.
-Díselo a cierto profesor…
Me quedé callada y al momento le miré. ¿Cómo sabía eso?
-¿Te lo he contado alguna vez?
No me acuerdo.
-Jajajaja, me encanta tu cara. No, no me lo has contado. Me enteré
hace poco.
-¿Cómo te enteraste? Si no lo
sabe nadie salvo… ¿Te lo ha contado Alex?
-No.
-¿Entonces?
Me miraba divertido, no me lo iba a decir así como así.
-Vaaaa, dímelo. Oye, que no es
ninguna tontería.
-Cuando te folle el culo te lo cuento.
-¡¡¡Pero serás hijo deeeeee!!!!
-Jajajajajajaja te jodes.
Este local tem uma carga erótica que nunca se esgota. Adoro!
ResponderEliminar¡¡¡Muchísimas gracias, Eros!!! :)
EliminarUn besito.
¿Profesor? Yo también me entero ahora :P y en mi caso nunca me corro antes, las damas primero. ¿Botarías para mí?
ResponderEliminarPues hay textos sobre ello.
EliminarSi te lo ganas y me seduces bien, claro que lo haría. Con lo divertido que es.
Pues nada, prepara el culo.... (así nos enteramos todos de como se enteró)
ResponderEliminarjajajaja, ¡¡¡Si tú supieras!! Todavía no me lo ha contado el estúpidooo. Me tiene intrigada, pero confío en él, sé que nunca me perjudicaría.
EliminarLe tengo amenazado si no me lo dice pronto. jajaja.