Cuando decimos “es que quiero
libertad” significa no dar explicaciones y no control.
Por mucho que lo camuflemos con
otras excusas… Un simple comer una pizza al microondas en una hora inadecuada,
helado por la mañana, no cenar, quedarte viendo series hasta las tantas.
Levantarte a las 12 de la mañana o a la 1 de la tarde, comer chuches antes de
almorzar.
Las libertades de adulto no son
demasiado diferentes. A todo eso que rompe con la educación que siempre nos han
dado, se le suma el sexo. Nada más. Entrar y salir sin tener que inventar
cualquier excusa. Ya no solo a tus padres sino a amigos, familiares, conocidos,
vecinos que te conocen desde que naciste.
Entrar y salir sin que te importe
nada. Sin tener que darle cuentas a nadie.
Saborear eso, es magnífico.
Las libertades no existen cariño, siempre estamos sujetos a normas. Besos como ya sabes.
ResponderEliminarPor eso cuando estamos solos, aunque sea un fin de semana, la sensación es tan agradable. En ese momento sí que existe la libertad.
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